Sálvame {n.h} [en edición]

9: Parque de diversiones.

Niall

Había despertado, pero seguía en la cama.

Recordaba todo lo que había pasado anoche, me hice el borracho para estar más tiempo con Abie y para que me disculpe, si no me hubiera dejado en la calle. La verdad es que Savanna me besó desprevenido, si le contaba eso a ella, no iba a creerme, así que tuve que mentir.

-Hasta que levantaste dormilón-me dijo Abie entrando el cuarto.

-Hola Abie-sonreí y me estiré.

-El desayuno ya está listo, vamos-señaló a la puerta.

-¿Quién lo hizo?-fruncí el ceño

-Yo tonto-rió.

Ese sonido era muy bonito.

Salimos del cuarto, llegamos a la cocina. El desayuno eran huevos con tocino, delicioso, pensé.

-¿Qué opinas?-preguntó Abie cuando di el primer bocado.

-Delicioso-ella sonrió, que hermosa es, me di cuenta que no había nadie en la casa-¿Tú vives con tus padres?-pregunté dudoso. Ella suspiró.

-Bueno mi padre murió cuando era niña.

-Lo siento-me sentí culpable por preguntar.

-No te preocupes y mi madre casi nun...-no terminó de hablar ya que una mujer la interrumpió.

-Abie, cariño ¿Quién es tu nuevo amigo?-dijo la señora con una sonrisa. Abie rodó los ojos.

-Karen-sonrió de una manera falsa ¿no se llevaban bien?-creo que no te incumbe, si nos permites nos vamos-agarró nuestros platos y empezó a caminar-Niall sígueme.

-Voy Abie-me levanté-Un gusto señora-le sonreí.

-El gusto es mío-me estrechó la mano y yo la acepté-cuida a mi hija ¿Si?

-Claro que lo haré, no se preocupe-asentí seguro.

-¡Niall!-gritó Abie.

Caminé hasta su cuarto.

-No deberías tratar a tu madre así-dije cerrando la puerta.

-No la conoces y tú no me dices como tratar a la gente-dijo con un tono duro.

-Pero es tu mamá.

-Una señora que se va todos los días quien sabe a dónde, y todos los viernes trae un nuevo amigo, que nunca puedo estar con ella, no le tengo confianza, no le puedo pedir consejos, eso no se llama madre-yo me quedé helado-te quedaste sin palabras, ahora sabes como es.

-Olvidemos eso ¿sí?-la verdad no sabía que decirle.

-Yo también prefiero olvidarlo-suspiró-¿Comemos?-yo sonreí.

Acabamos de comer, ella me prestó su baño para poder asearme, olía horrible, quería cepillarme los dientes, encontré un cepillo creo que era de Abie, lo usé, lo siento pero mi boca apestaba.

-¿Tus padres no te gritaran por no haber llegado a tu casa?

-No, les dije que capaz me quedaba a dormir en la casa de alguien-alcé los hombros-¿Vamos a caminar por ahí?

-Está bien-asintió.

Salimos y hacía mucho frío, decidimos ir a un parque de diversiones, agarramos un taxi, llegamos y pagamos las entradas.

Primero subimos a la montaña rusa, tenía miedo a las alturas, pero el entusiasmo de Abie me animó a subirme a esa cosa horrorosa, temblaba cuando empezaba a subir.

-¿No es emocionante?-preguntó Abie.

-No-dije asustado-esto da más miedo que emoción-ella rio.

-Que cobarde Niall, disfrútalo, ya vamos a llegar a la cima-empezamos a descender.

-¡Mamá!-grité con todas mis fuerzas, Abie gritaba y reía.

Finalmente el juego había acabado, y vimos otro.

-Este se llama el Aro de Fuego-dije mirándolo.

-Da miedo-yo reí.

-Se pone de cabeza, subamos-agarré su mano y corrí.

Todo el juego captaba en mi oído los gritos de Abie.

-Eso fue horrible Niall-dijo ella cuando terminamos de bajar de ese juego.

-Fue emocionante-imite lo que ella dijo en la montaña rusa.

-Al menos yo no le tengo miedo a una montaña rusa-sacó su lengua, yo la abracé.

-¿Vamos a comer algo?-ella asintió.

Pedimos unas hamburguesas, nos sentamos en una mesa que había en el parque, empezamos a comer, cuando terminamos nos subimos a juegos no tan extremos para no poder..., ustedes saben, devolver la comida.

Terminamos cansados toda la mañana y tarde con ella, fue un día estupendo, decidimos regresar a nuestras casas.

Subimos a un taxi y llegamos a su casa.

-Bueno adiós Abie, fue un gusto pasar el día contigo-le dije sincero y sonreí.

-Gracias Niall, también fue un gusto, cuidate-besó mi mejilla, me puse nervioso.

-Igual tu-caminé hasta mi casa.

Sonreí, Abie me gusta, estoy muy seguro de eso.

Abie

Cerré la puerta, caminé despacio, los pies me mataban.

-¿Dónde estabas hija?-otra vez ella.

-Por ahi, buenas noches-cerré la puerta de mi cuarto, me eché en la cama.

A veces no quería ser mala con ella, pero tengo mis razones ella nunca se preocupa por mi, prefiere estar con hombres que con su hija, eso lo detesto y mucho.

Lo bueno es que fue un día muy lindo estar con Niall, me hizo olvidar de la humillación de ese chico, que vergüenza con Harry ¿qué pensará de mi ahora? un nuevo amigo y me lo quitan, sociedad eres mala.

Me puse la pijama, decidí no cenar, iba a encontrarme con ella y no quería, me cepillé los dientes, prendí la televisión, luego de un rato me dió sueño, lo apagué y me dormí.