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Abie:

-Show me that you're human, you won't break-mi hermano estaba cantando, en bóxer dirigiéndose a la cocina, sí que era extraño.

-¿Qué haces?

-Canto.

-¿Qué canción?

-Human de Gabrielle Aplin, deberías escucharla-alzó los hombros-escucha.

-La canción es hermosa.

-Lo sé, es mi ídola, lo mejor va a venir ¡A Londres!-estaba emocionado.

-¿Irás?-que pregunta tan tonta-Digo ¿Con Charlie?

-¡Claro! ¿Vamos? Lleva a Niall.

-Está bien, le preguntaré.

-¡Abie! ¡César!-dijo mi madre entrando con Rob.

-Hola-los salude.

-Tenemos que decirles algo-se miraron.

-¡Hijo ponte ropa!-dijo Rob, yo reí.

-Bueno dinos-dije.

-¡Nos vamos a casar!

¿Qué? Otra vez ¿Qué? Permití que mi madre este con Rob Pero ¿Qué se casen? ¿Y mi padre? ¿Dónde quedó?

-Que bien-dijo Rasec, los abrazó.

Yo seguía parada en mi lugar.

-¿Hija nos dirás algo?

-¡Váyanse al infierno!-salí corriendo de ahí.

Quería cortarme las muñecas, lo necesitaba tanto.

Me encerré en mi cuarto, puse a la puerta con llave, me dirigí a mi cajón y saqué una navaja, suspiré.

¿Lo haría?

Sí. Creo.

Mi padre, lo necesitaba aquí conmigo, que me abrace y me cante hasta dormir, olvidarme de todo lo malo, que ría sentir su calor, lo extrañaba, creo que nunca superaré su muerte.

-¡Abie! ¡Abre la maldita puerta!-Rasec gritaba-¡No lo hagas!

Demasiado tarde, el filo ya había rozado mi piel. Otra vez.

-¡Necesito morir!-grite llorando.

-¡No! Tú no Abie-golpeaba la puerta-¡Abie! ¡Abre la puerta!

-¡Déjame en paz!-la sangre salía de mi muñeca.

De la nada Rasec estaba ahí, había tirado la puerta, me miró horrorizado.

-¡Abie!-tomo mi muñeca delicadamente, él ya estaba llorando.

-¿Mi madre?-me asustaba la idea de que entre.

-Se fueron, mi padre la llevó a despejarse un poco-me miró-¡Abie! ¡Ya no lo hagas!

-Lo necesitaba-mi tomo era seco-mi padre ya fue olvidado por mi madre, ya no significa nada para ella, lo enterró y no lo recuerda.

-Deja de hablar tonterías, ella no lo olvida, está en su corazón, tampoco se va aferrar al pasado, tiene que seguir adelante, tu padre está triste ¿Sabes?

-¿Qué?

-Está triste porque te cortas-yo bajé la mirada.

-Tú no sabes.

-A nadie le gusta que una persona se corte-agarró mis hombros-¡Reacciona!

Se fue.

Yo empecé a llorar, ahora mi padre me odia, todos me odian, no merezco la vida, merezco morir.

Sálvame {n.h}  [en edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora