Sálvame {n.h} [en edición]

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Niall:

Nadie sabe cómo me siento, me siento un inútil por no estar con Abie, si solo me hubiera quedado con ella esa noche, no estaría pasando por esto, tiene tanto miedo, no quiere salir de su casa, la mayoría de veces duermo con ella, cerramos todo, Logan merece la muerte y yo me encargaré de eso.

Natalie, ella es la mejor persona, de solo recordarla me pongo a llorar, ella me llamó un día antes insistiendo en que iba a regresar y le dije que se quede con sus padres además ya iba a terminar el año, pero no. Está en un mejor lugar, está cuidándome, siempre rezo por ella, tengo ganas de que este a mi lado, poder contarle mis cosas.

El domingo pasado fuimos a Irlanda para su velorio, Abie nos acompañó, una vez que Abie vio a Natalie rompió en llanto, decía que era la mejor y única amiga que haya tenido, eso también me hizo llorar a mí ¿Por qué tu Natalie?

Faltaba una semana exacta para el baile de último año, nos íbamos a graduar, tenía planeado vivir con Abie los dos juntos, sé que una decisión muy rápida, pero estoy perdidamente enamorada de ella, que no quiero dejarla, me gusta despertar y ver su hermoso rostro angelical.

Hoy fui a comprar un terno, sólo, no sabía cuál escoger ¿Negro o blanco?

Llamé a Abie.

-¿Hola?-sonreí al escuchar su voz.

-Princesa-ella soltó una risa.

-¿Qué pasó?

-¿Con qué vestido vas a ir a la graduación? Quiero ver que terno comprar.

-La verdad no lo sé, pero me gusta el negro, cómpralo.

-Está bien, nos vemos más tarde.

-¿Para qué?

-Para hacer cosas ¿No estás con la menstruación cierto?

-¡Niall! ¡Dios!

-Solo preguntaba o ¿Quieres que compre toallas?-yo reí, era malo con ella.

-Idiota, ¡No! No estoy con la menstruación.

-Puedes mancharte, hay que prevenir.

-¿Sabes qué? ¡Adiós!

-Lo siento bebé, solo era una broma.

-Una broma de mal gusto.

-Lo siento-susurré.

-Está bien-reprochó-me voy mi madre me está llamando.

-Chau cuídate.

-Igual tú, te amo.

-Y yo a ti.

Salí de la tienda, con el terno negro.

Abie:

-¡Hija! ¡Ven!-me levanté de la cama.

Dejé mi cuaderno de dibujos.

-¿Qué pasó?

-Como es tu graduación-pensó por unos segundos-¿Ya tienes tu vestido?

-No, todavía-ella sonrió.

-Te traje esto-sacó una caja-ábrelo.

Me acerqué al objeto rectangular, saqué las cintas lentamente y lo abrí.

-Es hermoso-era un vestido blanco.

-Era de tu abuela-yo la miré-yo también lo use, es para casos especiales.

-¡Oh por Dios! ¡Gracias!-la abracé.

-Me alegra que te haya gustado.

-Mucho-la volvía a abrazar-te quiero mamá.

-Yo más-estaba llorando-eres lo más preciado que tengo en la vida.

-Gracias.

-¿Por qué?

-Por darme la vida, por tenerme nueve meses y cuidarme, sé que empezamos mal pero mira como estamos, somos amigas y eso me alegra.

-Te amo mi niña.

Yo sonreí, lloré de alegría.

-Yo también mamá.

(...)

Luego de ese momento amoroso con mi madre, estaba viendo televisión, me alegraba estar así con mamá, no me sentía sola, Niall todavía no venía, eso me estaba preocupando.

Decidí llamarlo.

-¿Niall dónde estás? ¿Te pasó algo?

-Abie, me arrestaron.

(...)

Estaba con Niall, asustada, me dijo que había golpeado a una persona que lo merecía, llegué a la comisaría y esa persona estaba con el labio roto y con un moretón en el ojo, Niall tenía los nudillos con sangre y unos golpes.

-Diga la verdad-dijo uno de los policías.

-El empezó la pelea, me provocó, insultó a mi novia-dijo Niall, tenía miedo, Logan estaba ahí.

-¿Es cierto joven Dallas?

-No lo sé-movió la cabeza, se divertía de la situación.

-¡Di la verdad!-gritó Niall.

-Joven Horan cálmese,  joven Dallas diga rápido lo que pasó.

-Es cierto, lo que dice Niall es verdad ¿Puedo irme?

-Que no vuelva a suceder si no, ya verán.

-Entendido-dijeron los dos.

-Hola Abie-yo me asusté.

-¡Déjala en paz!

-Adiosito-se subió a su moto, me guiño el ojo, yo quería vomitar.

-Me das asco-el rio y se fue.

Yo caminé directo a mi casa, estaba muy molesta.

-¡Abie!-hice caso omiso.

Me hizo voltear a su dirección.

-Hazme caso.

-¿Qué quieres? Hiciste lo que querías ¿Contento?

-No lo entiendes ¡Abie, te violó!-las lágrimas iban a salir.

-¿Y?

-Como que ¿Y? Tenía que pagar por lo que hico-tenía razón.

-Pero mira a donde llegó, casi te llevan a la cárcel.

-Lo sé, pero no pasó.

-Como quieras.

-Te pones como una loca por cosas estúpidas.

-¿Me estás diciendo loca o estúpida?-me estaba enojando, otra vez.

-¡Escoge!-lo que después recibió fue una sonora cachetada.

-¡Te odio!-empecé a caminar más rápido, estaba llorando.

-¡Abie! ¡Lo siento!-gritó-¡Te amo! ¡Soy un idiota! ¡No quiero perderte! ¡Por favor! ¡No me dejes! ¡Lo prometiste!

-Con las cosas que haces, me da ganas de dejarte-me acerqué a él.

-Lo siento, princesa, no quise decir eso, es que me da tanta rabia que él haya hecho eso, quería vengarme, tenía que darle su merecido, discúlpame-se arrodillo-por favor.

-Te amo-lo besé.

-¿Enserio?

-Claro que sí.

-¡Sí!-me alzó en sus brazos-no te volveré a insultar lo prometo.

Yo asentí.

-Está bien.