14: Mamá.

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Abie

Estaba en la cocina, derramé todo el cereal que quedaba de la caja en el plato con yogurt de vainilla, delicioso, deberían probarlo.

-Buenos días-entró Rasec con todo el cabello desordenado, yo sonreí-sé que mi aspecto no es lindo, pero no te burles-me señaló y solté una pequeña risa.

-Hola Rasec-le sonreí, en la madrugada de hoy me agradó, pero todavía no le tengo mucha confianza.

-Buenos días hija-entró mi madre sonriéndome yo solo la mire-buenos días Cesar.

-Buenos días-entró Rob, estaba con un traje, se iba trabajar-¿Qué tal despertaron?

-Bien-dijeron Karen y Rasec.

-¿Y tú Abie?-suspiré.

Que pesado.

-Bien, adiós-termine de tomar el desayuno y me fui a mi cuarto, ese señor no me agradaba, la idea de tener un "padre" no me gustaba.

Luego de asearme, empecé a hacer mis tareas, cuando siento que abren la puerta.

-Hija necesito hablar contigo-dice cerrando la puerta detrás de ella.

-Karen primero toca la puerta-señalo la puerta fastidiada.

-Soy tu madre.

-Necesito privacidad ¿De quieres hablar?

-Abie sé que no te gusta la idea de que hayan nuevas personas en nuestra casa-mas parecía la mía-pero entiende que me he enamorado, quiero rehacer mi vida, quiero estar más tiempo contigo, podemos salir para recuperar ese tiempo, Abie yo amo a Rob entiende, no quiero que lo trates mal, el no reemplazará a tu padre, nunca será así, él es una compañía para seguir adelante y no tener remordimiento por el pasado.

-Ya te olvidaste de mi padre ¿Verdad?-dije y mordí el labio.

-Claro que no-negó con la cabeza-no pienses eso, no me puedo olvidar de mi primer amor, si no sabes nos conocimos en la secundaria, no me puedo olvidar de la persona que me hizo creer en el amor, nunca me olvidare de él Abie-dice acercándose.

Mi madre mostraba tanta tristeza y compasión, quería que la entendiera, era algo muy difícil para mí pero lo intenté.

-Está bien, entendí que amas a mi padre, tienes razón tienes que salir adelante, no quiero que te quedes atascada en el pasado y yo también, yo creo que él quiere que nosotras seamos felices ¿Cierto?-sonreí de lado.

-Claro que si hija-yo le sonreí-¿Te puedo dar un abrazo?-ella estaba nerviosa, creo que un abrazo estaría bien, lo necesito, después de todo lo que me ha pasado, quiero sentir un poco de apoyo.

-Claro-ella se acercó a mi y me abrazó muy fuerte, yo me acomodé en sus brazos y en su hombro, su abrazo me transmitía confianza, tranquilidad y seguridad, debíamos ser felices, pero creo que yo nunca lo llegaré a ser.

-Eso fue lindo-yo solté una risita-bueno voy a comprar para cenar ¿Quieres ir conmigo Abie?

-Acepto, de paso te ayudo con las bolsas.

Salimos de mi cuarto luego de pasar ese lindo momento.

Quería a mi madre, pero a veces me dolía mucho ver que llegaba con hombres, pero ahora siento que está enamorada, veo cuando sus ojos brillan al ver a Rob, parece una adolescente, pero está bien, prefiero que este con un hombre, a que este con muchos, quiero pasar más tiempo con mi madre, quiero poder tener confianza con ella y contarle mis cosas, quiero amor de una madre, creo que a mi padre no le gusta que estemos tristes, debemos rehacer nuestras vidas, pero siempre pensando en él, saber que está en un lugar mejor y no aquí sufriendo.

Habíamos llegamos al supermercado, mi mamá agarró una canasta para llevar las cosas ahí, caminábamos por un pasillo, ella miraba a los dos lados buscando algo, y sonrió cuando lo encontró.

La canasta estaba un poco llena y decidí agarrarla yo, estábamos por la sección de verduras, cuando veo a alguien que no quería ver.

Niall, pero no estaba solo, estaba con una chica.

-Abie, déjame poner las zanahorias, no muevas la canasta-reaccioné.

-Lo siento-giré a su dirección.

-Pareces como si hubieras visto un fantasma-si supieras madre.

Ella volteó a la dirección que hace un rato estaba mirando.

-Hay que seguir comprando-dije para que deje de mirar.

-Oh ya veo, es Niall-alzó la mano ¡No!-¡Hola Niall!-él miro hacia nuestra dirección, la chica también.

-¡Mamá! ¡No lo saludes!-le susurré, ella me miró confundida, Niall se estaba acercando.

Hoy no es mi día.

Niall

Estaba feliz, de poder verla otra vez, estaba comprando con Natalie para el almuerzo, nunca pensé encontrarla acá y menos con su madre ¿Estaban bien ahora? Eso me alegraba bastante.

Me acerqué, no iba a ser maleducado.

¡Solo quieres estar cerca de Abie!

-Buenas tardes señora Karen-dije sonriéndole-Hola Abie-estaba nerviosa, la conocía.

-No me digas señora querido, dime Karen-Abie la fulminó con la mirada-¿Quién es está linda chica? ¿Es tu novia?-Abie se tensó ¿Estaba celosa? Mientras que Natalie se rió.

-No señora, sólo soy su amiga-intervino Natalie-mucho gusto me llamo Natalie.

-Mucho gusto, que linda eres, bueno yo seguiré haciendo mis compras ¿Abie quieres ir con ellos?-ella abrió los ojos.

-No madre gracias, disculpa chicos pero prefiero ayudar a mi madre-nos sonrió y yo lo hice por inercia, era tan hermosa.

Se fue llevando a su madre.

-Qué cara de enamorado tienes Niall-dijo Natalie rompiendo mis pensamientos.

-¿Tanto se me nota?-ella rió.

-Niall te brillan los ojos cuando la ves, deberías conquistarla, además se puso un poco incómoda cuando su madre pregunto si era tu novia, a ella le gustas.

-Pero ella quiere que esté lejos de ella-dije triste.

-Y tú le piensas hacer caso-dijo rodando los ojos.

-Pues sí-dije dudoso.

-Claro que no, tienes que conquistarla, tienes que hacerle saber que la amas y punto.

Natalie tenía razón.

Sálvame {n.h}  [en edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora