Sálvame {n.h} [en edición]

7: Disculpas.

Abie

Decidí faltar al colegio, necesitaba descansar después de haber llorado toda la noche, capaz faltaba mañana también.

Eran las 7 de la mañana seguía en la cama, normalmente estaba despierta a las 6, pero no tenía ganas de seguir durmiendo.

Fui hasta la sala, me senté en el sillón que había frente al televisor, prendí la televisión. La verdad no prestaba atención al aparato, pensaba en que todos en la escuela me miran mal como si yo les hubiera hecho algo malo, me tienen desprecio, ¿Por qué habrá personas tan malas en esta vida?, que te hacen daño, matan, violan, roban, y a esas personas no les importa lo que sentimos, tenemos miedo, tristeza, depresión, furia, resentimiento, cuando nos hacen cosas malas, el recuerdo siempre está contigo, a veces es tan horrible que te carcome por dentro, te debilita y finalmente te mata.

Sacudí la cabeza para dejar de pensar en eso, si seguía haciéndolo iba a volver a llorar.

Me pregunto ¿Qué estará haciendo Niall? ¿Estará perdido? O ¿Estará socializando? Yo pienso que la opción dos es la más probable, conmigo no habla con los demás, y puede que lo empiecen a molestar.

Me levanté del sillón y cidí tomar el desayuno, luego de eso, fui a bañarme, cuando estaba lista, salí a caminar por el parque, necesitaba tomar aire fresco, y sentirme en paz por un momento en mi vida.

Me senté en unas de las bancas que habían en el parque, miraba a los niños y sonreí, ellos eran tan felices, en esa etapa de la vida no te preocupas solo vives con diversión y felicidad, así era yo, recuerdo muy bien cuando mi padre siempre me traía al parque todos los domingos, jugaba toda la tarde con él, me compraba un algodón de azúcar cuando ya estábamos cansados, luego íbamos a casa y comimos algo que mamá preparaba para cenar. Esas épocas fueron las mejores.

Me fijé en mi reloj eran las dos con cincuenta minutos. El tiempo se había pasado volando viendo a los niños jugar.

Iba caminando hasta la casa, mirando el suelo, cuando alguien me llama.

-¡Abie! ¡Para!-giré y era Niall venía agitado con su mochila, cuando no tenía ganas de verlo, está aquí.

-¿Qué quieres?- mi voz sonaba muy cansada.

-Necesitamos hablar ahora-pidió.

-¿Para qué?-dije fastidiada-no haya de qué hablar

-Tenemos que aclarar las cosas-se puso frente a mí.

-Todo está claro Niall-lo esquivé.

-No, no y no nada está claro, no sé qué cosas te habrá dicho Savanna que son puras mentiras.

-Niall estoy muy cansada, otro día-intente alejarme, pero agarró mis muñecas y gemí de dolor.

-¿Te he hecho daño?-su cara mostró preocupación.

-No pasa nada-intenté calmarlo-está bien hay que hablar.

El sonrió

Llegamos a mi casa.

-Hay que entrar, acá afuera nos congelaremos-dijo.

-De acuerdo-abrí la puerta, deje que pase y empezó a examinar mi casa-tu casa es bonita-sonrió.

-Y sola también-el me miro confundido-olvídalo, bueno empieza a hablar, te escucho.

-La verdad yo no soy como tú crees, yo nunca, jamás en la vida he jugado con una chica, tampoco lo haría, no me gustaría hacerlo, es algo horrible, las mujeres no son animales para estar repartiéndolas entre tus amigos, no son objetos para estar apostando por ellos, las mujeres son algo hermoso, son una hermosa compañía, algunas son tan tiernas, otras divertidas, otras rudas-me miro y yo me sonroje, contrólate Abie-pero en conclusión son lo más hermoso que Dios ha creado. Yo no quiero hacer daño Abie, enserio, nunca pasó eso por mi mente, me pareces un chica muy linda, con la cual quiero hablar y estar siempre juntos, como buenos amigos-se tocó la nuca ¿nervioso?

No sabía que decir, mostraba tanto sinceridad.

-Lo siento.

-No te preocupes, creo que en algún momento no hemos dejado llevar por lo que dicen las personas-se acercó a mí.

-Si tienes razón-sonreí de lado.

-No hubieras faltado.

-¿Por qué?

-Me sentía solito-yo reí.

-¿Socializaste?

-Si un poco, pero no es lo mismo sin ti-Niall ¿Por qué serás así?-Me invitaron a una fiesta mañana ¿Vienes?

-No me gustan las fiestas-negué rápidamente.

-Por favor-hizo un puchero.

-Esas caras no funcionan conmigo-dije seria.

-Ya pues por favor-empezó a empujarme con el brazo-¿sí?, nos divertiremos.

-No.

-¡Por favorcito!-dije jalándome el brazo.

-¡Ya! ¡Está bien!-me estaba hartando con los empujones.

-Gracias-sonrió satisfecho.

Toda la tarde me la pasé con Niall, me puse al día, nos habíamos olvidado de almorzar, hicimos las tareas, vimos televisión, cenamos. Conclusión fue una tarde muy bonita, me olvide de todo lo malo, creo que Niall es un buen amigo.