Sálvame {n.h} [en edición]

22: Violencia.

Niall

-¡Es mi cumpleaños!-dije emocionado cuando la vi entrar por la puerta de mi casa.

Ya habían pasado dos meses, tanto tiempo, sin duda los mejores dos meses junto a ella, Abie es la chica perfecta.

-¡Lo sé!-gritó también, abrazándome, la cargué, rodeo con sus piernas mi cadera-y dentro de cuatro días cumplimos tres meses-sonrió emocionada.

-¡Sí! Es una fecha muy importante-le sonreí.

-Tu regalo lo tengo en mi casa.

-Abie, con estar a tu lado es suficiente, no quiero más.

-Niall ya hablamos de eso, te quiero dar algo y punto-la besé, ella rio.

-¿Qué hora es?-pregunté.

-Son las cinco ¿Por qué?-frunció el ceño.

-Me invitaron a una fiesta, es por mi cumpleaños-dije nervioso-vamos a ir.

-Niall tú me dijiste que no querías fiesta-se bajo de mi agarre, se estaba molestando.

-Pero lo habían organizado y no podía decir que no, no soy malo, no los voy a dejar plantados-hice un puchero.

-Esas caras no funcionan conmigo-se cruzó de brazos.

-Por favor, hazlo por mí-me acerqué a ella-estaré contigo todo el tiempo.

-Está bien, sólo porque es una fecha  especial-rodó los ojos.

-¡Gracias! ¡Eres la mejor novia del mundo!-esparcí pequeños besos en su rostro.

-Si como sea-yo reí.

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Llegué a la casa de Abie, toque su puerta, y ahí estaba tan perfecta con ¿Rasec?

-¿Que hace él acá?-pregunté fastidiado.

-Es mi casa-dijo obvio, sé que era su hermano, pero a veces no me dejaba abrazarla o acariciarla, era sobreprotector-me aseguraba que no te pases con ella-yo rodé los ojos.

-Abie, te ves hermosa-la abrasé-vámonos-ella soltó una pequeña risa, le divertía la situación.

-Me olvidaba feliz cumpleaños rubio-y cerró la puerta, yo resoplé y Abie seguía riendo.

-Y tú te diviertes.

-Lo siento-dejó un beso en mi mejilla-¿Dónde es la fiesta?

-En un club, Natalie lo organizó.

-Está bien-no le agradaba estar con personas.

-No te preocupes, te ves hermosa-spreté su mano y ella me sonrió-creo que nunca te había visto en vestido.

-Lo hice por tu cumpleaños.

-Quisiera que mi cumpleaños sea todos los días-me golpeó en el brazo-eres mala.

-Pervertido-dijo divertida.

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-Gracias Natalie, por la fiesta-grité, con la música no se escuchaba.

-De nada, eres casi como mi hermano, tenía que hacer algo-me abrazó.

-¿Abie te está gustando la fiesta?

-Sí–gritó, creo que estaba mareada.

-¿Has tomado?

-Sólo un trago-señalo con su dedo índice.