Sálvame {n.h} [en edición]

15: Confesión.

Niall

Amanecí con el pensamiento de hablar con Abie, la extrañaba mucho, la verdad no entendí muy bien su razón de alejarme de ella, dice que me harán lo que le hacen a ella, pero yo quiero protegerla cueste lo que cueste.

Cuando la vi a los ojos sabía que tenía que salvarla, quiero estar con ella para saber sus cosas, su vida, sus problemas, lo que le gusta, lo que no, en realidad estoy enamorado, fue un amor a primera vista. Ella es tan bella, tan frágil y delicada.

Iré a su casa, hablaré con ella para que me diga la verdad, quiero la verdad, aunque me dijo mirándome a los ojos que no quería estar cerca de mí, pero quiero que me lo diga otra vez, con sinceridad, y me alejaré de ella, porque esa vez sus ojos decían lo contrario.

Lo bueno de todo esto es que Natalie ha sido un gran apoyo en esta semana, trataba de despejarme, lo que no lograba tan fácilmente, Abie era el centro de mis pensamientos.

Me dirigí a la cocina, mi madre ya me había preparado el desayuno.       

-Buenos días hijo-yo le sonreí.

-Hola mamá, que rico se ve-era tocino.

Recuerdo que Abie había cocinado lo mismo la otra vez.

-Gracias, siéntate y disfruta, voy a despertar a tu padre-me había dejado solo, pero no por mucho tiempo.

-Hola enano, que rico-dijo Natalie mirando mi plato.

-Es mío-le mire mal, ella soltó una carcajada.

-Tú y tus tonterías Niall, nunca cambias-sacudió mi cabello.

-Voy a ver a Abie, quiero hablar de las cosas-solté dudoso, ella me sonrió.

-Está bien, tú necesitas explicaciones concretas-me señaló.

-Tengo nervios-le dije sincero.

-Es normal Niall, estar junto a la persona que quieres te pone nervioso.

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Terminé de cenar, arreglé mis cosas para mañana, el colegio, que aburrido es.

Salí de mi casa, estaba temblando, no era por el frío, era por los nervios, caminé unas dos cuadras, ya estaba  en frente de la puerta, no sabía si tocar el timbre o no. ¡Toca el timbre Niall!

Estaba nervioso, escuché pasos hacia la puerta, y me abrió un chico, estaba en toalla ¿Qué demonios?

-¿A quién busca?-dijo sonriente.

-¿Está Abie?-pregunté indiferentemente, no puede ser su novio ¿O sí?

-Ella está aquí, pasa-abrió la puerta.

Entré un poco confundido, lo que tenía puesto me provocaba preguntar.

-¿Por qué estás en toalla?-quería saber.

-Me voy a bañar ¿No es obvio? Estoy muy sudado, después de todo lo que hice con Abie, uff-yo abrí los ojos.

-¿Qu-qué hiciste con Abie?-el rio.

-Mejor la llamo-se giró hacia el pasillo-¡Abie! ¡Te busca un rubio!-yo resoplé-chau un gusto en conocerte.

Estaba muy confundido, ¿Qué hicieron? Realmente espero que no sea lo que estoy pensando.

Luego apareció Abie, se notaba nerviosa.

-Hola Abie-toqué mi cabeza.

-Hola Niall ¿Qué haces acá?-se cruzó de brazos.

-Quiero que me expliques bien las razones por las que quieres alejarte de mí-dije sincero.

Ella tomó aire.

-Niall, ya te lo dije, te van a ser lo mismo que a mí, te van hacer la vida imposible y yo quiero que eso no suceda, no quiero que sufras, solo quiero protegerte, entiende eso de una buena vez-Abie alzó la voz.

-No, estás equivocada, yo quiero protegerte a ti, quiero que tú no sufras, siempre te veo muy cabizbaja y eso a mí no me gusta, quiero verte sonriente, quiero que rías, ¿Y sabes? Eso lo haces sólo cuando tú estás conmigo-ella me miró confundida.

-Ya Niall no me confundas, yo quiero estar lejos de ti, no te conviene, yo sé lo que te digo.

-¿Alguien te amenazó verdad?-ella negó.

-No, estás confundido, nadie me amenazó Niall, nadie-estaba mintiendo, lo sabía.

-Deja de mentir Abie, dime quien lo hizo, no tengas miedo-me acerqué a ella.

-Nadie Niall, déjame en paz-puso sus manos delante de mí.

-No sabes cómo sufro Abie, nada es igual cuando estoy sin ti, por favor no me alejes.

-Niall por favor-susurró.

-No, por favor tú, te quiero Abie, te quiero mucho.

-Niall yo...

-Dímelo Abie, ¿Quién te amenazó?

-Se vengará Niall, no puedo-su voz se quebró, quería llorar y odio verla así.

-¡Dímelo!-insistí.

-Lo siento Niall, no puedo decirte, es mejor así-ella me agarró del brazo y me llevó hasta la puerta.

-¿Ese es tu novio? ¿Él te amenazó?

-Él no es mi novio, no me amenazó, no tengo que darte explicaciones, es mejor que te vayas y no volver a hablarnos.

-No Abie, quiero estar contigo.

-¿Por qué lo haces? ¿Por qué siempre me dices esas cosas? ¿No sabes que me confundes?

-¡Porque te amo Abie!