Sálvame {n.h} [en edición]

13: ¿Familia?

Abie

El viernes había llegado, toda la semana y hoy fueron normales y por lo de normal me refiero con burlas y estar sin Niall, todavía no lo superaba.

Estaba en mi cama escuchando My Love de Sia, esa canción me relajaba, eran las siete de la noche y estaba sola, mi madre no llegaba con un nuevo amigo. Luego de haber limpiado mi cuarto, escuché ruidos afuera.

-¡Abie! ¡Ven!-era ella.

¿Qué quería? Caminé hasta la sala y la vi con unas maletas. Fruncí el ceño.

-¿Que sucede? Estoy ocupada-me apoyé en la pared.

-Hija te quie...

-¿Te vas de viaje?-señalé las maletas.

-No, nada de eso.

-¿Entonces?-me crucé de brazos.

-Te quiero presentar a Rob-apareció un señor no tan alto y no tan viejo-y a su hijo Cesar-era un chico de mi edad, alto, el cabello oscuro y con una sonrisa en su rostro.

-¿Y qué quieren? Tú sabes que no tenemos tanto dinero.

-Vivirán con nosotras Abie-sentí como si me hubieran echado un balde con agua fría.

-¿Qué? ¿Tú estás loca?-alcé la voz.

-Somos pareja Abie, van a vivir con nosotras, seremos una familia-sonrió.

Todavía sonreía como si fuera algo bueno, quería motivar.

-Familia nada, nadie, pero nadie reemplazara a mi padre-la señalé-¿entiendes?-me acerqué a ella-Lo peor nunca me lo dijiste, pero claro a ti nunca te importa mi opinión-dije sarcástica.

-No me faltes el respeto Abie, está decidido y punto-me miró molesta.

-Bienvenidos familia-sonreí falsamente y cerré fuertemente la puerta de mi cuarto, quería llorar, nadie reemplazará a mi padre.

Era costumbre que Karen salga con varios hombros, a era normal, pero al punto de vivir con un hombre y con su hijo, esto no estás pasando. Estoy enojada, nunca me lo dijo, sé que no hablamos pero esto era importante, me siento la extraña en esta casa, desconozco a esas personas y hasta a ella.

Ahora Karen pasó vergüenza en frente de esos desconocidos, que se las arregle sola, se lo merece.

-Tranquila Karen, es normal su reacción, deja que se acostumbre-que patético, mi reacción no es normal, ya que nunca me lo dijeron.

-Lo sé Rob, yo quiero rehacer mi vida, quiero estar bien con ella, aprovechar este tiempo y recuperar el tiempo que no estuve con Abie-dijo sollozando ¿Estaba llorando?

-Mejor vamos a descansar, mañana hablarás con ella-se escucharon pasos alejándose.

Era la una de la mañana y no había cenado, tenía hambre, me levanté de la cama, me puse las pantuflas, caminé hasta la cocina pero vi algo que me atemorizo, había una silueta de un hombre parado, rápidamente prendí la luz. Suspiré aliviada, era ese chico.

-¿Me quiere dar un susto de muerte? No deberías estar en la madrugaba caminado por la casa-camine hasta la refrigeradora, había una torta.

-¿Y tú si?

-Es mi casa-saqué un plato y un cuchillo-hubieras prendido la luz-el rio, yo rodé los ojos.

-No nos hemos presentado bien-se acercó a mí-soy Rasec, un gusto Abie-estiró su mano, pero yo la ignore.

-El gusto no es mío-metí un pedazo de torta a mi boca.

-Oye no fue nuestra intención molestarte y lo peor que mi padre reemplace a tu padre, eso es lo último que quisiéramos hacer, nuestros padres se enamoraron y ya, quiero llevarme bien contigo, además quiero sentir como es tener una hermana.

-Al menos tú lo sabias, yo recién me entero hoy, que tu vengas con todas tus cosas de la nada me molestó mucho, no soy importante para ella, no les tengo confianza, son unos intrusos aquí, yo lo siento así, nadie tendrá el puesto de mi padre.

-Eso lo dé, bueno que recién te enteres no es mi culpa, créeme que mi padre tienes todas las buenas intenciones, se cómo te sientes, yo también perdí a mi madre cuando era pequeño-lo miré sorprendido-ellos tiene que rehacer su vida y lo harán estando juntos, debes entenderlo, tu tendrás a tu padre presente en tu corazón así como yo tengo a mi madre.

No sabía que decir.

-Está bien, tratare de llevar la fiesta en paz, ahora tengo hambre-el sonrió-espera ¿No te llamabas Cesar?

-Rasec es lo inverso de Cesar, no me gusta mi nombre-hizo una mueca.

Terminé de comer la torta.

-Oh, me gusta Rasec ¿Cuántos años tienes?

-Dieciocho ¿tu?

-Dieciséis.

-Eres una niña-se burló de mí.

-No soy una niña, tarado.

-Sigues en la escuela, claro que sí-soltó una risa.

-Como tú digas-rodé los ojos, Rasec volvió a reír, me recordaba a Niall, ¡Ya olvídate de él!-Yo me voy a dormir, chau Rasec.

-Chau Abie.

Caminé hasta a mi cuarto, entre a mi baño y me cepillé.

Me metí a la cama y poco a poco cerré los ojos.