Las personas más fuertes se rompen.

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Abrí los ojos poco a poco, lo primero que vi fue una pareja en el suelo completamente desnudos. Llevé mis dos manos hacia mis ojos y me rasqué para después bostezar hasta que, un terrible dolor invadió mi cabeza de inmediato. Me incorporé en la cama y en eso noté que solo traía puesto mi bóxer, ¿qué carajos había pasado? ¿Qué estaba haciendo medio desnudo?
Todavía sin poder aguantar la resaca, me levanté de la cama y busqué mi ropa, la cual estaba tirada en el suelo. La recogí y me vestí con rapidez para salir de la habitación.

En cuanto salí, hallé varios cuerpos en el pasillo que estaban dormidos e inconscientes. Incluso, había vomito y olía horrible.

Al llegar a la gran sala, encontré a Steven durmiendo en el suelo a la vez que abrazaba una botella de vodka. Adriana estaba medio desnuda a su lado, supuse que se había puesto a bailar. Eso solía pasar cuando Adriana bebía mucho, se quitaba la ropa y se volvía loca. En el otro sillón estaba recostado Slash junto con su típico sombrero de copa el cual le tapaba la cara por completo. Mi mejor amigo se estaba incorporando en el sillón mientras se acomodaba la camiseta.

—¿Qué diablos pasó anoche? —le pregunté a Izzy mientras me sentaba en una silla.

—No lo sé, acaso te estaba vigilando —dijo sarcástico. Lo detestaba cuando se levantaba de mal humor.

—Probablemente te follaste a alguien —me contestó Adriana. Volteé a mirarla y vi como se colocaba su falda corta.

—No, no puede ser verdad —susurré. En ese momento aparecieron Maddie y Duff por una puerta.

—¿Ya despertaron? —preguntó Duff con una media sonrisa.

—No —respondió Izzy con sarcasmo. Duff rodó los ojos.

—Me duele la maldita cabeza —se quejó Slash mientras abría los ojos.

—Buenos días, hijos de puta —habló Steven mientras se estiraba.

—Por favor, díganme que no la cagué —atraje la atención de todos—. Díganme que no cometí una estupidez, ¡por favor! —les dije casi que suplicándoles.

—No la cagaste —dijo Slash relajado repitiendo lo que pedí que dijera.

—¿Quieres no sentirte tan mal? —preguntó Steven. Asentí—. Entonces, no la cagaste —me llevé una mano a mi frente.

—¿Qué carajos hice? —pregunté frustrado.

—Anoche Adriana y yo estábamos en el mismo cuarto en el que tú estabas con una mujer —comentó Steven rascándose la cabeza.

—No mal entiendas —habló la pelinegra interrumpiendo al rubio—. Estábamos follando en la habitación, después fuimos al baño por un momento y cuando regresamos estabas follándote a esa mujer en distintas posiciones —soltó una carcajada.

—Esa mujer estaba gimiendo y gritando demasiado. Así que, Adriana y yo nos fuimos a otra habitación.

—¡Maldita sea! —maldije—. Ninguno de ustedes le dirá nada a ella, ¿entendido? —los amenacé—. En especial, tú —señalé a Maddie con mi dedo índice cerca de su rostro.

—No me señales con esos sucios dedos —me dijo apartando mi mano de su cara—. ¿Crees que me importa decirle a Erin lo que haces o no haces? —me preguntó con fastidio—. Ese es tu jodido problema, no el mío.

—Bien —la miré molesto—. Ustedes se callan o les parto la maldita cara.

—No diremos nada, hermano —dijo Steven, Slash me guiñó un ojo.

—Es tu mierda, no la nuestra —contestó Izzy desinteresado.

—Como dijo Izzy, es tu mierda —repitió Duff las palabras de el pelinegro mientras se encogía de hombros.

𝐘𝐨𝐮 𝐚𝐫𝐞 𝐧𝐨𝐭 𝐡𝐞𝐫 ━ Axl RoseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora