Iré a donde quiera que vayas.

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El reloj marcaba las siete y quince. Mi corazón latía con rapidez, mi respiración estaba muy agitada, mis manos sudaban y estaba llena de nervios. Esperaba que Izzy regresara pronto, necesitaba hablar con él urgentemente.

Me había informado que hablaría con Doug Goldstein, su manager, pero que esperaba regresar temprano.
Estaba mordiendo mis uñas con desesperación, no podía contener la angustia que sentía.

Escuché un sonido proveniente de la puerta. Me levanté de la silla en la que estaba sentada y fui hacia la puerta con toda la intención de abrirla, pero esa persona la abrió primero.

—Me asustaste —dijo al verme al frente de él—. Pensé que estarías dormida.

El pelinegro se acercó a mí y besó mi mejilla con suavidad. En ese momento, mi corazón empezó a latir con muchísima más fuerza.

—¿Cómo te fue en clases? —me preguntó adentrándose a nuestro hogar.

Sentí un nudo en la garganta.
Había tomado una decisión con respecto a la beca que me habían ofrecido en la Real Academia de las Artes en Londres.
Pero, aún no se lo había dicho.

—¿Maddie? —escuché su voz.

—Perdona, ¿qué? —le respondí.

—Te conté algo y no sé si me escuchaste.

—Perdona, en realidad no te escuché —mordí mi labio inferior apenada.

—¿Estás bien?

—Estoy un poco distraída, pero cuéntame lo que me estabas contando.

Izzy me miró con preocupación y después suspiró. Inhaló un poco de aire y me miró fijamente.

—He dejado Guns N' Roses.

Lo miré asombrada. ¿Qué diablos acaba de suceder? ¿Por qué haría algo así?

—¿Qué? —dije anonadada.

—Renuncié.

—¿Por qué? —mis ojos se abrieron como platos cuando lo escuché decir aquellas palabras.

—Simplemente la banda ya no es algo que quiera en este momento —hizo una mueca—. Quiero iniciar otros planes, hacer algo más que solo ser el "guitarrista rítmico" —hizo comillas con sus dedos.

Me acerqué a él y lo miré sin todavía creerlo. Probablemente estaba siendo difícil para él. La banda y todos los miembros, eran como su familia.

—¿Cómo te sientes?

—Bueno, no tengo ganas de morir así que, estoy bien —sonrió forzadamente.

Lo abracé con fuerza demostrándole mi apoyo. Sabía que no estaba al cien por ciento bien, entonces intenté ayudarlo dándole a entender que todo estaría bien muy pronto.
El calor de su cuerpo y de sus brazos me envolvían con fuerza manteniéndome segura.

No podía decírselo todavía, no creía que fuese el momento indicado, pero debía decirlo.

—Yo también tengo algo que decirte.

Izzy me miró con preocupación. Se notaba que estaba inquieto por como yo me estaba comportando.
Podía sentir sus ojos encima de mí e incluso podía sentir como me miraba con confusión.

Yo jugaba con mis dedos con nerviosismo mientras buscaba las palabras adecuadas para poder confesarlo.

—Me ofrecieron una beca en la Real Academia de las Artes —le dije con nerviosismo.

𝐘𝐨𝐮 𝐚𝐫𝐞 𝐧𝐨𝐭 𝐡𝐞𝐫 ━ Axl RoseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora