𝐘𝐨𝐮 𝐚𝐫𝐞 𝐧𝐨𝐭 𝐡𝐞𝐫 ━ Axl Rose

Volver a intentarlo.

No le encontraba sentido.
Ahora mismo se encontraba afuera del departamento de Maddeline y no estaba seguro si debía tocar la puerta. ¿Acaso se había olvidado de él tan rápido? Esa era una de las preguntas que Axl se hacía, no podía estar en paz con tan solo pensarlo.
Después de tanto analizar si debía o no tocar la puerta, al final decidió no hacerlo.

Salió de allí y se subió al auto pero en ese momento vio que un chevrolet negro se estacionaba por fuera del departamento. Axl mantuvo su vista fija allí y vio como Izzy salía del vehículo.
Axl le pitó a su mejor amigo, él volteó y lo miró adentro del auto. Izzy se acercó con un poco de confusión.

—Sube un momento —le pidió en cuanto bajó el vidrio.

Izzy abrió la puerta del auto y se subió al vehículo para después cerrar la puerta.

—¿Qué estás haciendo aquí? —preguntó el ojiverde.

—¿Qué estás haciendo aquí? —repitió el pelinegro.

—¿Sigues hablando con ella? —lo miró con detenimiento. Izzy asintió.

—¿Por qué diablos dejaría de hablarle?

—Ella se apartó de todos nosotros.

—Ella solo se apartó de ti —le dijo aclarándole, Axl lo miró fulminante—. Es la realidad, si eso es todo, me voy a bajar —le dijo abriendo la puerta.

—¡No! —exclamó e Izzy volvió a cerrar la puerta del auto.

—Los vi, Izzy —murmuró.

—¿Qué? —preguntó confundido.

—Izzy, los vi —repitió y apoyó sus manos en el volante para recostar la cabeza allí.

—¿A quiénes? —cuestionó fastidiado—. Carajo, odio cuando hablas así como por partes —maldijo por lo bajo.

El pelinegro odiaba que no fuera directo. A veces Axl podía ser tan sincero y tan hablador que nadie lograba callarlo y otras veces no decía nada de nada.

—Tú sabes de qué hablo.

—Sí, como soy adivino —le dijo con ironía—. Cuando quieras hablar bien, me lla...—

—¡Te vi a ti y a Maddie besándose! —exclamó interrumpiéndolo.

Izzy lo miró con seriedad y después frunció el ceño. Negó con la cabeza varias veces y antes de hablar pensó muy bien en lo que iba a decir.

—¿Y eso en que te afecta? —se llevó una mano a la barbilla—. Digo, tú estás con Erin.

—Se supone que los mejores amigos no se meten con las —

—¿Ex novias? —lo interrumpió completando la frase. Axl asintió, Izzy lo miró con sorna—. Maddie nunca fue tu novia, Axl. Y si se tratase de eso, tú te metiste con Pamela, Adriana y no sé con cuantas más.

—Adriana no cuenta —rodó los ojos.

—Ahora no cuenta, bien —dijo en son de burla.

—Deja a Maddie —susurró.

—Estás loco.

—¡Que la dejes, maldita sea! —exclamó furioso golpeando el volante del auto.

—¡Yo la amo, Axl! —replicó—. ¡Siempre quise estar con ella y ahora que lo estoy; no la dejaré solo porque vienes de loco a pedírmelo!

—¡Mentira! —exclamó Axl enojado.

—No soy un mentiroso como tú.

—¿Qué dijiste? —rechinó los dientes.

—Lo que oíste —lo miró fulminante—. Nunca me atrevería a mentir con lo que siento por ella y nunca la engañaría ni mucho menos jugaría con sus sentimientos como tú lo hiciste.