06 de diciembre de 2017.Estoy trabajando en el diseño de página de la entrevista.
La verdad que el segmento sobre las mujeres en la economía es muy interesante. Es más, me llama la atención comprar por primera vez el número de la revista para tenerlo. He leído al menos dos veces algunas de las entrevistas, las preguntas están bien echas y las respuestas son entendibles. Espero y tengan éxito. Leslie se lo merece junto con todo el equipo.
Frank se encuentra a mi lado, trabajando en su laptop con los auriculares puestos. Esta escuchando su última entrevista, pasándola por escrito junto con algunos agregados para el programa en el que trabaja.
Es agradable trabajar en el mismo espacio.
En este caso es en el sofá de nuestra hogar, con sus piernas sobre mi regazo.
— Listo. — dice cerrando la computadora.
— ¿Ya terminaste?
— No, pero me cansé de traducir. — responde arrancándose los auriculares para tirarlos sobre la mesa de café. Deja la computadora en el mismo sitio. — ¿Tu terminaste?
— Si, solo me queda guardar los cambios. — respondo deslizando mi dedo por el mouse de mi laptop. Cierro el programa una vez que lo guardo y dejo el aparato junto con el de Frank.
Frank aparta los pies de mi regazo y se acerca a darme un beso.
Cierro los ojos y me dejó llevar por las sensaciones.
Él pasa la lengua por mi labio inferior, y yo separo los labios para dejarlo hacer lo quiera. Nuestras lenguas se encuentran y comienzan a hacer una especia de danza erótica.
Sonrío pegada a sus labios, dándome tiempo para tomar aire y seguir. Frank suelta un risilla, y se separa.
— Ese es tu premio. — dice una vez que recupera el aire.
— ¿Un premio?
— Llevas dos semanas y media sin beber. — comenta distraídamente.
Sonrío orgullosa. Es cierto, hace rato que no bebo y también estoy durmiendo bien. Creo que es gracias a Leslie. Ella me dijo que el trabajo de las entrevistas me iba a distraer, y lo hizo. Sin mencionar que me dejaba agotada, llegaba a casa y no lo pensaba, caía en la cama como venía.Como tengo un prometido amoroso, al día siguiente despertaba con una de sus camisetas, en bragas y entre sus brazos debajo de las sábanas.
Mi sonrisa se expande aún más ante esos recuerdos.
— Creo que merezco un premio más grande. — digo poniéndome en cuatro patas sobre el sillón para darle un casto beso en la comisura de sus labios. Lo último que veo antes de cerrar los ojos es su sonrisa socarrona.
— Ambiciosa.
— Me declaro culpable.
Vuelvo a dejarle un casto beso pero está vez en el labio inferior. Luego me pongo de pie y con toda la sensualidad de la que soy capaz, me quito mi camiseta de algodón blanca.
Frank sonríe, complacido por lo que ve.
Se cruza de brazos y se deja caer en el respaldo del sofá.
Bajó la vista para luego verlo a través de las pestañas y continúo con movimientos suaves y lentos para quitarme el pantalón de chándal. Como estaba descalza, es más rápido y fácil, quedando solo en un conjunto de ropa interior blanca.
Con pasos lentos pero decididos, me acerco a él para sentarme a horcajadas en su regazo. Lo primero que hago es quitarle la camiseta. Mientras lo hago, siento como aumenta su excitación.
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Muerta en vida
Science FictionVictoria Elizabeth Williams tiene una vida comoda y de la que no se queja. Familia amorosa, un prometido al que ama y él a ella, amigos y un trabajo fijo son algunas de las cosas que conforman esa vida feliz. Damian Black viene a buscar a Victoria...