En los bosques morará el guardián sin nombre, cuidador de secretos antiguos que viven ya sólo en su memoria. Oculto, imperceptible a las miradas, esperará en silencio, en el espacio suspendido entre los tiempos, para que nada se pierda. Su voz se oirá sólo entre los árboles y en la mente de quien deba recorrer todos los senderos, pero primero deberá hallar al guía, animal de ojos brillantes, destinado a velar a su lado los caminos perdidos desde los montes hasta las aguas. Entonces, en el momento necesario, el guardián será maestro, será pergamino, será guerrero.
*
Shakbaah se encontraba de rodillas con los brazos abiertos cuando la luz penetró de lleno en la pequeña prisión. Sus ojos de Sol y Luna se acostumbraron más fácilmente a la claridad que los de Neishah, cuya desesperación aumentó al quedar cegada por el brillo del día. Unos segundos después, la joven fue capaz de percibir a la perfección la figura del soldado de Sol ante ella. El hombre llevaba un improvisado vendaje sobre el lado derecho de la cara que le tapaba incluso el ojo. Lo que Shakbaah emitió al tener a Daqhan frente a ella fue lo más parecido a un rugido que un ser humano podría producir, pero el hombre no pareció alterarse. Esperó a que ella avanzara hacia él y entonces con gran rapidez la agarró por el cuello y la obligó a bajar del carro. Después, la arrojó al suelo con violencia y colocó su rodilla contra el pecho de la joven mientras le sujetaba los brazos. Arún cerró enseguida el portón, dejando a Neishah aislada al otro lado del muro de madera.
—¡Yo te voy a domar, maldita! —gritó Daqhan.
Totalmente inmovilizada, Shakbaah miró al hombre a los ojos con inmenso desprecio y, sin temer las consecuencias de su acción, le escupió en la cara desfigurada. De inmediato, recibió un golpe en su ya dolorida mejilla y sintió como si el ojo le fuera a reventar. Todavía el revés de la mano de Daqhan cayó airadamente sobre su rostro una segunda y una tercera vez.
—¿Quieres más? —le preguntó el soldado con ironía al ver que seguía intentando forcejear en balde—. Puedo darte más golpes o puedo darte otra cosa. Tú escoges.
Además del dolor que la atormentaba, Shakbaah sintió inminentes náuseas al recordar aquel espantoso momento. La posibilidad de que volviera a hacerlo fue lo único que la empujó a dejar de luchar, a pesar de la ira que le recorría cada vena del cuerpo. No le quedó más remedio que entender que no podría vencer a aquel miserable por la fuerza bruta, aunque ese pensamiento la enfurecía todavía más.
Cuando Daqhan estuvo seguro de haberla dominado, la agarró otra vez por el cuello, abrió la puerta del carro y la lanzó al interior.
—¡Más vale que te estés quieta y callada! —gritó antes de cerrar con fuerza el portón y volver a asegurarlo con la cadena.
Shakbaah se quedó inmóvil un tiempo mientras esperaba a que el punzante dolor disminuyera junto con la furia que le carcomía las entrañas, pero ninguno de los dos perdió intensidad. Neishah continuaba llorando con desconsuelo.
—Hija... —empezó a decir acercándose a ella.
—Estoy bien, madre —respondió la joven con cierta brusquedad.
Después de ese breve intercambio, ambas optaron por callar a medida que el carro avanzaba por los desconocidos caminos hacia algún destino que ignoraban. Shakbaah no podía creer que Ayan estuviera realmente muerto. Todo había sucedido demasiado rápido. Los dos hombres habían irrumpido en la cabaña y poco después tenía a Daqhan sobre ella. Luego, había despertado en aquel carro y Ayan estaba muerto. ¿Cómo es posible? ¿Cómo es posible todo esto? No puede ser, negó en su interior.
El desconcierto y el dolor abrumaban a madre e hija de tal forma que no las dejaban pensar con claridad, aunque en las circunstancias en las que se encontraban, tal vez pensar no era una buena idea. Lo único que sabían era que aquella pesadilla no había hecho más que empezar y que sus vidas, que nunca habían sido fáciles, se estaban convirtiendo en un inefable tormento.
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Shaktarha, de Luna y de Sol
FantasíaShaktarha, de Luna y de Sol nos traslada a un mundo mítico de leyendas y secretos, marcado por un enigmático desequilibrio entre el día y la noche, donde una joven se convertirá en la única vía de reconciliación a través de la antigua sabiduría de l...