Hermanas FairyTail - 2. Relación Helada

8. Reflexiones y decisiones - Juvia

Hola muy buenas ya estoy aquí con un nuevo capitulo. Espero que os guste, se que es corto pero en esta semana no me dio para escribir más.

Voy a ver si soy capaz de escribir un poco más y para la semana subo otro capitulo más.

comentar y dar a estrellita. Disfrutar con la lectura.

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Pase la noche entera pensando en la discusión y confesión de mi madre. Aunque ya habían pasado 11 años nunca se le ocurrió preguntar cómo había pagado todas facturas hospitalarias, cuando de hecho Mira no tenia tanto dinero como para pagarlas, era obvio que le habían echado una mano con ellas, aunque nunca en la vida pensó que seria Karen, su muy ausente madre la que hubiera ayudado a su hermana con las facturas.

Cuando me levante a la mañana siguiente llegue a una determinación. Por mucho que mi madre me ayudara con las facturas no podía trabajar como acompañante y mucho menos un fin de semana en el extranjero con algún depravado que se veía necesitado de usar un servicio de acompañantes. Sali para poder hablar con mi madre y ver que podía hacer la encontré recostada en el sofá del salón como de costumbre.

- Déjame ver el contrato de nuevo - el día anterior no lo había visto con total atención solo me fije en mi "firma" y la cantidad de dinero pagado por el servicio que le ofrecería al cliente. Pero confiaba que en alguno de los puntos acordados encontrara la denominada laguna legal para evitar el cumplimiento del contrato sin necesidad de implicar la suplantación de mi madre.

- Aquí tienes no se que quieres ver.

- Eso te lo digo en un segundo - lo leí, pero me pare en un pequeño detalle que no me había fijado ayer. - Karen esto no puede estar bien

- Todo esta correcto. Me lo mando el abogado del cliente.

- Pero aquí dice que el cliente es Gray Fullbaster. - gray Fullbaster el mismísimo que ayer me alerto de que mi foto estaba en la pagina web de acompañantes me había contratado, sabiendo que era yo. MI jefe. Estaba perpleja y con la mente en blanco. Que significaba todo esto.

- Si, así es - mi madre se miraba las uñas como si no conociera el nombre del cliente

- ¿Gray Fullbaster? ¿Mi jefe? ¿Ese Gray Fullbaster?

- Es que acaso hay otro. - es mi madre, pero quiero estrangularla en algunos momentos.

- Has aceptado que MI JEFE sea un cliente. No puede ser

- Ya te dije no me pude negar por que ofreció mucho dinero.

- Vale déjame a mi que ya me encargo yo de esto. - metí el contrato en mi bolso y sali de casa para ir a trabajar, posiblemente por última vez.

- Juvia, aprovecha y engancha a tu rico jefe. No sabía que eras de las de un romance tórrido en la oficina - se carcajeo mi madre antes de que saliera por la puerta.

- No hay nada romántico entre nosotros y te aseguro que nunca lo habrá - y di un fuerte portazo al salir. Que le pasa al mundo que todos me putean. Lo soporte en el colegio, pero no lo toleraría en mi vida laboral. Había aprendido a defenderme.

Llegué a la oficina y me dirigí a la telefonista para preguntarle si el jefe estaba, me mira con cara de culo.

- Para que quieres saberlo si se puede saber.

- El Sr. Fullbaster y yo tenemos un tema personal que tratar. - no quería atajarlo por ahí ya que era la ayudante de la secretaria, pero no quería que mi trabajo se viera afectado. Ella levanto el teléfono y telefoneo a la que supuse seria Marie, pero me sorprendió al escucharla hablar directamente con el jefe.

- Puedes pasar. - se me quedo mirando y cuando estaba por subir a la oficina - Juvia. Se consecuente con lo que haces y no la cagues.

No voy a ser de las tontitas que no saben por que le dicen ese tipo de cosas. El es el jefe y yo ayudante de su secretaria, dos jóvenes de la misma edad que quieren hablar de temas privados. Si me quedo en la empresa empezaran a correr los rumores de que estoy liada con le jefe y si me voy que fui despachada por él. Mítico pensamiento sexista.

Estaba delante de la oficina y entre tras llamar y escuchar del otro lado la señal de que podía pasar. Al entrar lo vi detrás del escritorio sin la chaqueta del traje y con la camiseta medio desabrochada y mangas remangadas. Levanto la vista de los papeles.