Lo siento, lo siento...... no tengo escusas para haber tardado tanto en subir la parte nueva. Solo se me fue la pinza con los festivos y fiestas de mi ciudad. Perdonar, espero que la espera no halla sido mucha.
Os dejo con la continuación y mucha pena por la espera.
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Abrí mis ojos y para mi sorpresa no estaba en la piscina si no que estaba en una habitación. Me incorpore un poco y un fuerte dolor en mi cabeza me hizo tumbarme de nuevo. Llevé una mano a esa zona, donde pude notar que en la parte de atrás de mi cabeza tenía un enorme chichón.
- Auch, ¿Qué demonios paso? - escuché como se abría la puerta y vi a Gray entrar por la puerta.
- ¿Te sientes mareada? –empecé a incorporarme, pero una mano enorme me impidió levantarme–. No te muevas. Te has dado un buen golpe en la cabeza –parecía realmente preocupado y su tono no era su ya normal tono serio.
- Sí... –abrí los ojos mucho, ¿por qué estaba solo en una toalla? –. No estás vestido.
- No, y tú estás chorreando agua sobre mi cama –apuntó el peli negro. Me estremecí al darme cuenta de que era verdad y empezaba a tener frio. Levante nuevamente y el frio se esfumo de nuevo. Seguía ante los abdominales más perfectos que había visto en mi vida, excepto en películas. Desnudo, Gray tenía la musculatura de un dios griego; absorta, pensé que no era una comparación muy original, considerando en donde nos encontrábamos.
- Juvia, el médico está a punto de llegar –se inclinó hacia mí y como si no pasara nada me cogió en brazos.
- ¿Qué estás haciendo? –le grite ante la sorpresa con las manos en la cara para que no viera mi sonrojo
- Voy a llevarte al cuarto de baño para que puedas quitarte esa ropa mojada –contesto Gray como si fuera la más normal del mundo–. ¿Crees que podrás mantenerte en pie?
- Tendré que hacerlo –ni loca dejo que me ayude en el baño. Con mucho cuidado, él me dejó sobre el suelo
- ¿Qué ha ocurrido?
- Uno de mis primos adolescentes se estrelló contra ti y caíste a la piscina. Te diste un golpe y perdiste el conocimiento.
- Dios mío, podría haberme ahogado –solté al darme cuenta de lo que realmente pudo haber pasado. Se me doblaron las rodillas–. Lo siento, estoy mareada... - Gray viendo que podía caerme en cualquier momento se acercó y me sujeto contra él, sentándonos en el borde la bañera–¡No te atrevas a intentar ayudarme a quitarme la ropa! –le advertí. Aparto sus manos de mí y como si fuera un resorte se levantó de donde estaba. Yo con dificultad y sin el apoyo de Gray me senté en el suelo.
- ¿De veras crees que sería capaz de tocarte de forma inapropiada en el estado en que te encuentras? –preguntó airado. Temblando como una pluma por la humedad de la ropa, apoye la frente en las rodillas dobladas.
- Déjame, estaré bien.
- Realmente tienes una opinión muy baja de mí, ¿verdad? – gruñó Gray como un oso enfadado.
- Perdona –susurre, al borde de las lágrimas. Me sentía débil y vulnerable. No me gusta sentirme así y menos aún que me vean. Solo se alejar a la gente con mi tosco carácter y palabras afiladas.
Gray salió del baño y cerró la puerta, en ese momento me deje llevar y llore en silencio. Valla entrada más bonita Juvia ¡Menuda novia se había buscado para encubrirlo! No llevaba más de un minuto en la casa cuando ya me había caído a la piscina, perdido el conocimiento y causado un trastorno a todo el mundo. Escuché como la puerta se abrí y entraba Gray de nuevo con ropa seca.
Sin mucho cuidado me cogió y me saco la ropa mojada mecánicamente. Me puso una sudadera grande sobre mis hombros; intente evitar que se diera cuenta que lloraba, no quería que supiera que era así de tonta y llorica. Conseguí meter los brazos pro las mangas meter los brazos en las mangas del albornoz para, al menos, ocultar su sujetador. Me sentí humillada cuando Gray me puso en pie y apoyo en la cómoda mientras me liberaba de los pantalones con tanta intención seductora como la que habría utilizado con un recortable de cartón. En ese momento recordé las cicatrices que tenia del accidente y esperaba que no se fijara en esas feas y horrendas cicatrices que decoraban mi piel desde la adolescencia y que tanto odiaba. Las lágrimas empezaron a quemarme en los ojos.
Me volvió a coger en brazos y me llevo de vuelta a la cama donde con cuidado me dejo. Yo no pude decir nada ya que en el fondo no sabía que decir. Yo sola no habría podido, pero no quería que me viera en ropa interior, a él parecía no importarle
- Siento mucho todo esto –gemí sin poder casi contener mis lágrimas de frustración.
- ¿Por qué te disculpas? –exigió saber Gray con impaciencia
- Supongo que tú me sacaste de la piscina –Deduje, ya que, seguía en toalla y parecía que tenía el pelo mojado
- Sí –confirmó él
- Solo necesito tumbarme un rato, después me vestiré y bajaré a reunirme contigo – le prometí, no quería que pensara que no trabajaría pro lo que me estaba pagando. No era mi trabajo per no quería que pensara que no hago bien las tareas que me son dadas. Seria secretaria en una de sus empresas y él era mi jefe, no debía olvidarlo.
- Lo dudo. Seguiremos las recomendaciones del médico cuando llegue y te examine. - me recosté y quede prendada nuevamente por su torso, note como el calor me subía a la cara. Era obvio que no era tímido. Apoyado en lo que parecía el umbral que daba a otra habitación, se había librado de la toalla y estaba poniéndose unos slips negros. Tal vez no era consciente de que ella podía ver su deslumbrante cuerpo, con músculos que se ondulaban con cada uno de sus movimientos.
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Bueno ¿os ha gustado? que torpeza la de JuviaXDXDXD ¿Creís que Gray esta enfadado o realmente preocupado?
¿Que pasara ahora? todas estas preguntas las resolveremos en una semana pero si quereis preguntar otras cosas lo que sea comentar, no como a nadie :)))
un saludo
Haru de Belicochas
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Hermanas FairyTail - 2. Relación Helada
FanfictionJuvia decide ir a la ciudad a vivir un tiempo con su madre, allí encuentra un trabajo como becaria. Inmediatamente Juvia se verá atraída por su jefe, el empresario Gray Fullbaster. Todo cambia un día cuando su madre le comunica que puso una fotograf...