Project Powerpuff: One-Shots

La teoría del enamoramiento. [Azules]

· Las Powerpuff Girls y sus personajes NO me pertenecen.
· Escribo esto con el fin de entretener.
.....................................................

Bubbles entró en la sala de estar con dos tazas de chocolate caliente, una para ella y otra para Boomer. Para su sorpresa, la rubia encontró a su marido ensimismado y con la mirada fija en la estantería llena de fotografías de ellos y de sus dos hijos de 18 y 6 años; Wendy y Bobby.

Dejó una de las tazas frente a él en la mesa y se sentó a su lado en el sofá antes de beber un sorbito de chocolate.

— ¿Ocurre algo, Boomer?— no hubo respuesta.— Boomer... ¡Boomer! — gritó en su oreja al ver que este no reaccionaba, y logró darle un susto.

— ¿Por qué me gritas?

— Porque no me hacías caso. Te preguntaba si pasa algo, te veo muy distraído.

— Es que estaba pensando.

— ¿En qué?

— En que no me gusta el novio de nuestra hija — admitió.

Bubbles suspiró. La tarde anterior, Wendy, su hija de 18 años, había llevado a su novio Larry a casa para que le conocieran. No era mala persona, pero a Boomer no le había caído en gracia: sobre todo cuando había descubierto que el joven era fan del equipo rival de su equipo favorito de béisbol.

— No es mal chico, Boomer. Estudia, trabaja, toca la guitarra y le gustó mi lasaña. Tal vez pueda ser un buen esposo para nuestra hija...

— Espera, espera, espera — saltó el rubio. — ¿Cómo que esposo? ¡Solo tienen 18 años! ¿Hay algo que yo no sepa? — preguntó desconfiado.

— Era un decir, claro que no se van a casar ahora. Apenas están comenzando a salir.

— Menos mal, me habías asustado...

— Boomer, ¿por qué no confiesas que el chico no es el problema?

El ojiazul enarcó una ceja.

— ¿Cómo que no? Cualquiera que se acerque a mi niña es un problema.

— A eso me refiero. A ti lo que te pasa es que te da miedo que nuestra hija se aleje de nosotros al enamorarse — aventuró Bubbles.

— Eso es... es absurdo. ¿Por qué iba a preocuparme por algo así? Además, el enamoramiento es algo pasajero, Bubbles, pasajero. En cambio, el amor que nos tiene a nosotros es para siempre, así que no tengo por qué preocuparme por eso — dijo rápidamente, más para sí mismo que para su mujer. — ¿Verdad?

— Claro que su amor hacia nosotros es para siempre, pero no estoy de acuerdo con lo otro que has dicho — contestó, y parecía que se estaba enojando.

— ¿Qué quieres decir?

— ¿Cómo que qué? ¿Qué es eso de que el enamoramiento es algo pasajero? — inquirió con el ceño fruncido. — ¿Y el nuestro qué? ¿Este matrimonio se basa en una mentira? ¡¿Ya no me quieres?!

— Cálmate, solo lo dije para comparar su amor por su novio y su amor hacia nosotros. Claro que te quiero, igual que el primer día.

— Pensaba que me querías más que el primer día, llevamos dieciocho años casados, rubio egoísta — replicó.

— A ver, no soy egoísta, y sí, te quiero más, pero quería decir algo romántico y eso lo escuché el otro día en una de tus películas favoritas. Mira, allá va otro: hoy te quiero más que ayer, pero menos que mañana. ¿Qué te parece?

— Me parece que deberías pedirme disculpas.

— ¡Pero no he dicho nada malo!

— Has dicho que el enamoramiento es pasajero y con eso has puesto en duda nuestro amor — aclaró ella, indignada. — Y el de todas las parejas del mundo mundial.