Project Powerpuff: One-Shots

¿Por qué? [Butch&Bellota]

Las Powerpuff Girls y sus personajes NO me pertenecen.
Escribo esto con el único fin de entretener.
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Nada es lo que parece. A veces las cosas son justo lo contrario de lo que crees, y Bellota lo comprobó una mañana como otra cualquiera al entrar en la habitación de su hermana Bombón.

Ese día, un viernes normal y corriente, se había despertado a las cuatro y pico de la mañana. Antes de ir al baño, Bellota vio que no le quedaban compresas, había cogido la última esa noche.
La primera idea que tuvo fue ir al cuarto de Bombón para coger una, pues sabía dónde las solía guardar y quedaba más cerca del baño que el cuarto de Burbuja. Rápido y sencillo, entrar, coger lo que necesitaba y salir; no había necesidad de despertar a su hermana mayor.

Salió a hurtadillas de la habitación y fue directa a la habitación de la pelirroja. Hasta ahí todo bien, abrió la puerta, entró y se encaminó a la cajonera, pero por el camino vio algo que la impactó: Bombón no estaba sola en la cama, había alguien que dormía a su lado, abrazándola por la cintura.

Ver aquello sorprendió a la morena básicamente porque la ojirrosa nunca había mencionado que tuviera novio, y que ella supiera ni siquiera salía con chicos, estaba demasiado centrada en la universidad y combatir el crimen junto a ellas. Pero era evidente que ocultaba cosas.

Lo que hiciera Bombón en su vida privada no incumbía a Bellota, y la susodicha habría pasado de largo sin asomarse a ver quién era el tipo misterioso, pero al pasar junto a la cama pisó algo y frunció el ceño al ver lo que era; una gorra roja que le resultaba muy familiar. La morena se acercó lentamente a la cama movida por la curiosidad y la duda y las sospechas que acababan de instalarse en su mente fueron confirmadas.

Dejó caer la gorra al suelo y miró boquiabierta lo que tenía delante. Quien estaba en la cama de Bombón no era otro que Brick, el Rowdyruff boy rojo, uno de sus peores enemigos. 

Nada es lo que parece. Cada vez que luchaban parecían odiarse a más no poder y se golpeaban sin piedad... o eso creía ella, porque eso era lo que ella hacía cuando luchaba contra su contraparte; Butch. Pero ahí estaban, los pelirrojos dormían abrazados como... una pareja. Como hacía calor, no dormían tapados, y pudo ver que aún llevaban puesta la ropa del día anterior, de cuando habían peleado. El pantalón rasgado y la camiseta rota de él, el vestido rosado un poco quemado por algún rayo láser... Aún tenían también alguna que otra herida que pronto desaparecería. Eso significaba que después de pelear, simplemente se habían ido a dormir. Le recordaron a los matrimonios de veinte años de la televisión.

¿Pero por qué? ¿Por qué Bombón iba a hacer algo así? Ella era la mayor, la más responsable, la más sensata; "doña perfecta". Pues ahora resultaba que no era tan perfecta después de todo. Bellota no daba crédito a lo que estaba viendo. Su hermana las había traicionado, ¡y de qué manera! Quiso pensar que no era lo que parecía, o que se trataba de alguna estrategia para pillar al enemigo desprevenido, pero no tenía pinta de serlo. Es más, ahora que lo pensaba, los pelirrojos ya no intercambiaban insultos como antes y después de empezar a pelear, poco a poco se alejaban del resto hasta que los perdían de vista.

Bellota cerró los ojos tratando de olvidar lo que acababa de descubrir y salió de la habitación como había entrado, no quería estar más rato allí. Se dirigió entonces al cuarto de Burbuja, ella le dejaría una compresa seguro. Entró sin llamar y miró la cama con el corazón encogido temiendo encontrar una escena parecida a la de Bombón, pero por suerte, la rubia dormía plácidamente abrazada a la almohada.

— Burbuja, despierta — le dijo en voz baja. La ojiazul entreabrió los ojos confusa, tenía mucho sueño.

— ¿Qué hora es?