Project Powerpuff: One-Shots

Una broma. [BlossomxBrick]

· Las Powerpuff Girls y sus personajes NO me pertenecen.
· Escribo esto con el fin de entretener.
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Los estudiantes se marchaban después de una larga jornada de clases que había sido especialmente agotadora. No por las clases en sí, para variar, sino porque era el día de los Inocentes y casi nadie se libró de que le gastaran una broma; algunas más pesadas que otras.

Algunos estaban hartos ya de las bromas infantiles de sus compañeros, otros simplemente no querían participar porque sabían que recibirían otra broma aún peor. Cabía destacar que los polvos pica-pica y la caca falsa en los baños eran de las más inofensivas. La profesora de ciencias había tenido que ir a la enfermería tras el susto que se llevó cuando el esqueleto del laboratorio le cayó encima cubierto de algo viscoso, justo antes de que encendiera la luz por la mañana.

Brick decía a todos que había superado esa fase. Estaba en el último año del instituto y se sentía muy maduro como para andar gastando bromas como esas. Claro que eso no le impidió cambiar el ketchup de su hermano Butch por salsa extra-picante en la cafetería, pero nadie tenía que por qué enterarse de que había sido él.
Después de eso el moreno se había enzarzado en una pequeña pelea con su otro hermano, Boomer, acusándolo de cambiar el bote de las salsas. Su lógica le decía que si no había sido Brick, tenía que haber sido Boomer porque eran pocos los que se atreverían a molestarlo a sabiendas de que si se enojaba mucho podía usar sus superpoderes para vengarse; Butch era imprevisible.

Pero Brick y Boomer, al ser uno más prudente y el otro más tranquilo, habían sido el blanco de muchas bromas en los años que llevaban en el instituto. Por eso al pelirrojo le parecía extraño que ese día nadie le hubiese gastado una. Abrió su taquilla para guardar los libros de las últimas dos clases y pensó para sus adentros que ahí estaba la broma del día: había un papel doblado por la mitad dentro. Era una carta escrita a lápiz, la letra era bastante descuidada y había faltas de ortografía.

Al leer el contenido, Brick rio. ¿En serio esperaban que cayese en una broma tan estúpida? Una carta de San Valentín el día de los Inocentes, probablemente escrita por algún compañero de clase a última hora. Pero de repente frunció el ceño al ver una de las letras S que había, cuyo borde era alargado haciendo que la letra pareciera el símbolo de un rayo. Después de ver esa letra, se fijó en más detalles que había pasado por alto: los acentos parecían medios corazones, igual que las comas. Y el olor del papel era...
— Mira cómo te has delatado, por una letra — dijo en voz baja.

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Blossom estaba terminando de ordenar su taquilla después de su última clase, cuando la puertecita metálica se cerró de golpe con un estruendo. Brick se apoyó en la taquilla, ahora cerrada, y la pelirroja retrocedió medio sorprendida y medio molesta.

— ¿Se puede saber qué haces? — preguntó ella entre dientes. Él se encogió de hombros.

— ¿Y tú? — replicó retórico antes de sacar un papel doblado de su bolsillo. — Pensabas que haciendo letra fea y faltas ortográficas no me enteraría de que lo has escrito tú, ¿verdad, rosadita? No te hagas ilusiones, sabes que te voy a romper el corazón.

— No sé de qué estás hablando. ¿Esto es alguna broma? Porque si lo es te advierto que hoy ya llevo unas cuantas y no estoy de humor para una de las tuyas — murmuró, parecía enojada.

— No te hagas la despistada, has dejado esto en mi taquilla — contestó Brick y le mostró la carta. Blossom la leyó por encima antes de que él volviera a doblar la hoja.

— Yo no escribí eso — afirmó la ojirrosa, tajante. Parecía bastante creíble; o estaba actuando muy bien o realmente no la había escrito ella.

— Vamos, mira la forma de las tildes, mira esta S. Huele el papel, huele a fresas como tu mochila y todas tus cosas — explicó señalando la taquilla de Blossom.