Project Powerpuff: One-Shots

Luna de miel. [Butch&Bellota]

· Las Powerpuff Girls y sus personajes NO me pertenecen.
· Escribo esto con el fin de entretener.
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Butch se despertó, se desperezó y se volvió a tumbar al ver que solo eran las nueve de la mañana.

— Levántate ya, ¿acaso no has visto la hora que es?

— Las nueve de la madrugada... — murmuró el susodicho y se tapó la cabeza con la almohada.

Bellota frunció el ceño y estuvo a punto de arrebatarle la almohada y sacarlo de la cama, pero al final decidió que era mejor dejarlo dormir un poco más. Después de todo, por muy emocionada que estuviera porque estaban de crucero, y ese era el primer día de su luna de miel, no podía obligar a Butch a seguirle el ritmo tras la noche de bodas. Ella también estaba un poco cansada aún, pero eso no iba a impedirle disfrutar del viaje.

— Está bien, ya nos veremos cuando te levantes. Ahora duerme.

— Gracias, yo también te quiero — dijo somnoliento el moreno como respuesta.

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El móvil de Butch vibró a su lado en la cama, emitió un breve sonido y se quedó con la pantalla encendida.

— Oh... ¿cuánto dormí? ¿En qué año estamos? — murmuró todavía medio dormido, abrió solo el ojo derecho para ver la hora y bostezó.

Tenía un mensaje de Bellota que decía: "¿Quieres que comamos juntos?". Normal que lo preguntara, eran las dos de la tarde. Le contestó: "Claro, nos vemos en el restaurante en diez minutos".
Diez minutos, el tiempo que necesitaba para darse una ducha rápida, vestirse e ir hasta el restaurante. Al ver el vestido de novia encima de una de las sillas sonrió, recordando el día anterior y sobre todo la maravillosa noche que vino después. La primera de muchas, pues estarían cinco días más de crucero y otras dos semanas en la playa.

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Butch entró en el restaurante e inmediatamente le invadió una mezcla de deliciosos olores. Su estómago rugió, estaba muy hambriento, y también impaciente por ver a Bellota. Si tan solo se hubiese levantado un poco antes habría podido pasar toda la mañana en compañía de su esposa.

La vio en una mesa al lado de la ventana y se encaminó hacia allí, pero se detuvo al ver que no estaba sola. En la mesa con ella había dos chicas más a las que no conocía, una rubia y una pelirroja respectivamente, y también un joven rubio de ojos azules. ¿Quién era esa gente y de dónde había salido? ¡Él quería disfrutar de la compañía de su Bellota a solas en su luna de miel!

— Hola Butch, por fin llegas — le saludó la morena. — Te presento a mis nuevas amigas, Bombón y Burbuja; y este es Boomer, el novio de Burbuja.

— Mucho gusto. No es por ofenderos, y siento ser tan directo, cariño, pero pensaba que íbamos a comer solos — soltó Butch sin preocuparse de que podía incomodar a los demás; Bellota le lanzó una mirada asesina.

— No seas maleducado — gruñó ella.

— No queremos molestar — intervino Bombón. — Iremos a otra mesa.

— No es ninguna molestia, quedaos — les dijo Bellota. — Butch todavía está de mal humor porque acaba de levantarse, no le hagáis caso.

— Sí, no era mi intención echaros ni nada por el estilo — se excusó el susodicho, aunque su tono denotaba cierto sarcasmo. — ¿Y de qué os conocéis?