18.

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Me levanto con un fuerte respingo, abro los ojos con un gran abrupto sentimiento, con el leve recuerdo de una caída en mis sueños y la adrenalina que me causo la situación en mi subconsciente, tengo la camisa pegada al pecho por el sudor y en cuanto me levanto siento la brisa del movimiento. Me estiro para tomar mis anteojos del mueble que está a un costado de mi cama.

Me acerco a mi ventana y abro est abiertamente, y admiro el exterior, los árboles, los jardines y demás. Veo la habitación de Nat con las cortinas abiertas dejando ver su habitación, intento rebuscar en su interior, pero parece que no se encuentra.

Doy un profundo suspiro mientras me doy la vuelta y me dirijo a la puerta y dando grandes zancadas bajando por las escaleras, papá y mamá han de haber salido, mi hermana también, es domingo, por lo cual es algo normal en la familia, los domingos yo soy quien está fuera de la cama casi hasta el final, y a veces salen sin avisarme un día antes. Voy a la cocina sacando un plato, cereal y leche, no tengo tantas ganas de hacer algo elaborado para comer. Me encuentro una nota que hasta cierto punto me confirma que estoy sólo.



Taylor, hemos salido por asuntos laborales que salieron de improviso y se tenían que solucionar de inmediato. Lo sentimos si no te dejamos nada de comer, nosotros tampoco desayunamos, esperamos no tardarnos tanto

Mamá.

PD: Tu hermana también tuvo que salir porque se iba a quedar de ver con unas amigas.



Me sirvo un poco de Corn Pops y luego sirvo la leche y empiezo a desayunar, desde este punto de la cocina enciendo la televisión, y empiezo a cambiar canales, encontrándome desde dibujos animados hasta series policiacas en esta época, con la mano contraria a la que tengo la cuchara reviso mi teléfono, no veo mensaje de ninguno de mis amigos, han de seguir dormidos, como no ha de ser de otra forma.

Doy la vuelta para ver la parte trasera, la puerta que lleva al patio y sus grandes cristales que me dejan ver el exterior, me parece ver a alguien acercarse, y lo veo, una silueta negra, alguien con una chamarra de cuero y bastante despeinado.

Agarro lo primero que tengo a la mano, sin fijarme antes me acerco y lo levanto como si fuera lo más amenazante del mundo. Pero me sorprendo al ver a Henry Hedmark, desaliñado fuera de mi ventana.

Lo miro desconcertado mientras toca la ventana con una sonrisa, pero al mismo tiempo algo impaciente. Abro la puerta mientras sujeto con fuerza lo que tengo e la mano.

– ¿Henry Hedmark?

– Hola Taylor Navy – Me dice mientras se recarga en la puerta como si nada.

– ¿Qué estás haciendo aquí a las... – Me inclino un poco hacia atrás para ver el reloj que está en la sala – Nueve de la mañana?

– Pasaba por el vecindario, y quería pasar a saludar – Me dice con una sonrisa tranquila.

– Me estás hablando desde mi puerta trasera – Digo enarcando una ceja y cruzando los brazos, pero no puedo evitar esbozar una muy pequeña sonrisa – De la nada puedes ocasionarme un infarto, pensé que eras un ladrón.

– ¿Te hubieras enfrentado al ladrón con una cuchara de madera? – Pregunta señalando con la barbilla.

Miro lo que tenía en la mano, dándome cuenta que si es una cuchara de madera grande, me sonrojo un poco mientras me acomodo los anteojos.

– Bueno, ganas este Round. ¿Me dirás que es lo que estás haciendo en mi patio trasero tan temprano un domingo.

– No te puedo mentir a ti Taylor Navy, tuve una fiesta ayer, y pues al parecer algo salió mal, sólo recuerdo a una chica despertándome para que saliera de su casa antes de que su padre llegara, y reconocí la fachada de tu casa.

Nuestras Ventanas. [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora