1.

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Sujeto con fuerza la cadena que une al asiento flotante al resto del juego, columpiándome lentamente con los pies bien puestos en la tierra, mientras que una ligera brisa que puede anunciar una próxima lluvia pasa por mi rostro con toda calma, mis manos sueltan las cadenas y saco mi teléfono, en este veo mi reflejo, en el cual puedo odiar varias cosas, una de esas cosas estos lentes gruesos que me hacen ver como un nerd, aunque lo sea.

Y una gota aterriza en la pantalla de mi teléfono, lo limpio con la manga de mi sudadera gris y levanto la vista, mas gotas caen en los cristales de mis anteojos. Me levanto con una calma dirigiéndome a mi casa, abro la puerta justo cuando la lluvia empieza a caer con más fuerza, arrastro los pies hasta la sala encendiendo la tele, encontrándome con el rostro de la chica del clima anunciando que viene una depresión tropical del norte y que estará afectando toda la semana. Escucho las gotas golpear delicadamente la ventana, cambio el canal lentamente buscando algo más que el simple clima.

No solo escucho el sonido de las gotas en las ventanas, sino que también escucho los golpes en la puerta de enfrente. Me pregunto quién estará tocando, mis padres están trabajando, así que no hay nadie que me busque con tanta insistencia, me levanto mientras apago la televisión y camino a la puerta pensando desde cuanto tiempo he pasado solo en casa por el trabajo de mis padres, sé que desde los doce ya me puedo hacer de comer solo, aunque a los siete necesitaba niñera. Al abrir la puerta me encuentro con mi hermana, toda empapada por la lluvia que empezó a arreciar con fuerza.

No dice nada, solo me mira con su ceño fruncido, sus ojos me demuestran un sentimiento que conozco desde la vez que descompuse su secadora, un sentimiento de que está a punto de matarme de forma despiadada, me retiro para que pueda pasar, arrastrando los pies mientras se seca. Es mayor que yo sólo por un año, pero de estatura ya la he superado.

– ¿Estas bien hermana? – Le pregunto con un tono de preocupación omitiendo la risa que tengo atorada en la garganta.

– Te mande un mensaje para que me abrieras la puerta – Dijo mi hermana buscando con que secarse.

– Creo que no me llegó – Dije sacando mi teléfono y viendo que efectivamente no lo recibí – Espera, ¿Pensabas salir del auto y venir a la casa sin mojarte? –

– Al menos así me hubiera mojado menos, llevo rato esperando.

– No está muy fuerte la lluvia – Digo mirando afuera, la pequeña tormenta se ha calmado al fin, dejando el olor a tierra húmeda que me encanta.

Siento como mi hermana me toma de la sudadera y se seca con esta, dejándome una enorme mancha en el pecho.

– ¡Oye! – Digo intentando quitarla, aunque sé que una mancha de agua no se puede quitar tallándola con las manos – Es mi favorita – Me la quito mientras se la doy – Ponla a secar.

– Primero me doy un baño – Dice acomodándose el cabello mojado en el espejo que está al lado de la puerta.

– Voy por otra – Lo digo al aire ya que sé que mi hermana está más dispuesta a acomodar su persona que prestar atención a su hermano menor.

Subo las escaleras dirigiéndome a mi cuarto, el cual está bastante iluminado, ya que hay una ventana en la puerta de enfrente que abarca gran parte, dejo la sudadera húmeda en el canasto de la ropa sucia y busco en mis cajones otra, una de color rojo carmesí, cuando me la paso por el cuello termino con los lentes torcidos; Me los acomodo y veo por la ventana, me siento en el alfeizar interno repleto de almohadas y el exterior, con las ventanas aun húmedas me dejan ver la casa de junto.

Las cortinas están cerradas en la habitación que tiene vista la mía, y no es que la persona que habita ahí quiera privacidad, que no lo niego, yo me sentiría extraño que un chico de diecinueve años me pudiera estar viendo mientras duermo, aunque yo no espiaría a una persona que está durmiendo, a menos que sea alguien atractiva. El anterior habitante era un chico con el que yo jugaba cuando era chico, pero, al menos él se mudó hace ya más de diez años, lo que si recuerdo era que era un año más que yo.

Nuestras Ventanas. [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora