23.

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Me acerco extrañado a mi ventana, intentando enfocar si realmente es lo que dice, por unos momentos pensando que son alucinaciones de él sueño rezagado como a veces suele pasarme, muy rara vez, pero me pasa, pero en esta ocasión no es nada de eso, es realmente él, con su cabello negro peinado hacia atrás y sus lentes gruesos reflejando la luz.

Busco en el piso de mi habitación el blog de dibujo y mi marcador, encontrándolos en un pequeño cajón de debajo de mi alfeizar interno.

Escribo rápido dándome cuenta de que el marcador ya se me está acabando, ya que en unas partes se difumina.



Hola.



Estaba pensando en colocar un signo de interrogación al final, pero finalmente decidí que sería mejor así, dejar ir las cosas tal cual.



¿Qué haces?



Pienso que contestarle, podría poner varias cosas como, "Muriendo porque finalmente te acordaras que yo existo", pero sería muy extenso y ocuparía todo el blog de dibujo. También podría ponerle "Acabando de despertarme", pero supongo que él me pudo ver a través de la ventana, aunque ahora que lo pienso, suena un poco perturbador.



Acabo de despertarme. : P



Lo veo desde lejos inclinarse un poco para poder lo que viene en mmi blog de dibujo, luego veo como esboza una sonrisa y se pone a escribir, sus movimientos desde acá parecen rápidos y un poco toscos, pero cuando voltea el blog me muestra una letra un poco apretada, pero bien hecha.



Lo noté.



Suelto una pequeña risa que hace que de un pequeño respingo y mis anteojos se tuerzan un poco, me lo acomodo mientras lo enfoco bien, algo de lo que no me había percatado es una pequeña marca roja que tiene en el cuello, ¿Moretón? ¿Golpe? O ¿Marca de algún beso? Ese pensamiento me saca una punzada en el estómago y en el pecho, evocando una extraña mueca, recordándome a cuando me retorcí antes de ver a Henry.

Mi teléfono empieza a vibrar, lo tomo mientras veo que el número, no lo reconozco, no lo tengo registrado, después de dejar el blog a un lado le hago una seña a Nat, que tendré que contestar, el asiente mientras levanta ambos pulgares, y por el rabillo del ojo lo veo acariciare el cuello.

Frunzo los labios mientras deslizo el icono verde de contestar, llevo el teléfono a mi oído y me levanto, avanzando por mi habitación en círculos.

– Bueno.

– Hola Taylor Navy. – Escucho una voz bastante familiar, a pesar de estar a distancia puedo distinguir una sonrisa en sus labios.

Nuestras Ventanas. [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora