Quizás la forma correcta de quererte sea simplemente buscarte en cada uno de los libros de poesía que devoro, en cada autor que se pasea por la vida de las letras intentando describir su tristeza por cada desamor.
Tal vez, solo tal vez, debería olvidarme de escribir durante un tiempo, aunque las palabras surjan en mi mente como un huracán y me pidan que te plasme para así no poder olvidarte del todo. Puede que necesite acercarme más a ti para volver a alejarme y esta vez no mirar atrás cuando te marches.
Probablemente debería de dejar entrar el sol por mi ventana y no ocultarme de ti, debería enfrentarte como mi peor debilidad y, sobretodo, afrontarte:
Que no estás aquí, que ya no vives para mi, que yo no debería vivir para ti