Desearía escribir mi nombre mil veces sobre tu piel con mis dedos, y que mi boca sea la que se encargue de ocultar cada palabra a besos sobre tu espalda. Querría olvidarme del mundo mientras me acaricias- de lo bueno, de lo malo y de todo el universo en general-, mientras tus dedos hacen círculos hasta acabar por debajo de mi ombligo.
Me apetece todo aquello que te gusta, todo aquello que hace que te escuche gritar de buena gana. Me apetece que sea tan rápido como tu decidas y tan lento como nos permita el tiempo, ponerte en jaque mate y pedir otra jugada una y otra, y otra vez, hasta que tu cuerpo o el mío digan basta. y seguir un poco más.
Me gustaría recorrerte lento con mis labios y tomarme el tiempo necesario para arrancar de tu voz un continuo "no pares, me gustas", aunque solo sea una noche, aunque a la mañana siguiente tenga que ocultar todos los caminos que has tomado por el lienzo de mi cuerpo hasta llevarme al paraíso, con cien billetes de ida y vuelta .
Quiero apagar las Vegas contigo, fundir las luces de la Torre Eiffel, que me apoyes en Pisa y dejarla recta. Contigo quiero volver a pecar, comprobar el eco del Gran Cañón, recalentar la tierra hasta que no sepa para que lado volver a girar.
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