"Por mucho que me busco. Por mucho que intento fingir que todo va bien, que estoy bien, siento que no consigo encontrarme.
Me enamoré, de la forma más tonta que alguien puede querer, le concedí el poder para hacer y deshacer conmigo como quisiera. Él me cambió, y aunque algunas de esas cosas que dejé atrás me hacen bien, pesan más aquellas que quiero volver a recuperar y que me di cuenta tarde que perdí. Por ciega, me dejé engañar, prometo que hoy no consigo encontrar nada que me pueda recordar un solo instante de: "me encantas por esto" de su parte. Y duele.
Duele saber que hice lo que pude y quise con ceguera, que luché y luché y cuando no podía mantenerme- más bien no debería de haber-, seguí luchando hasta que me reventó el corazón, que, a pesar de todo, lo único que he merecido es simplemente indiferencia. Indiferencia y un kilo de malos tratos. ¿Realmente eso es amar a alguien de verdad? Tú me enseñarte que amar es correr detrás de quien quieras mantener, que es coger las rosas con las manos desnudas, aunque te duelan las espinas que posee la flor, que es soplarle fuerte al huracán y rugir más fuerte que cualquier monstruo que atormente su cama, y mi voz le ha gritado tanto a cada monstruo que ha inventado que ya no tengo fuerzas para más caídas de abismo tras abismo por salvarnos a ambos. Me encuentro derrotada supongo. [...]"