En el fondo esto es lo que me queda, un par de mensajes intentando arreglar un huracán que me ha destruido por dentro y el saber que soy la única tonta de los dos que está viendo amanecer.
Y esto es lo que queda, que yo no demuestro porque de mis labios no salen te quieros tantas veces como gotas de agua salada existentes el el mar, que yo no confío y pienso que es como los demás.
[Y esto es lo que queda. Si]
Cinco mil pedazos rotos y yo despierta mientras otros duermen, mientras en sus ojos no golpea la luz del día como lo hace en los míos.
Queda claro quién es el peón débil en esta partida. Y sabes de sobra que ni mucho menos eres tú.