Esperanza en el Mañana [Captain Tsubasa]

Capítulo decimotercero.

Capítulo decimotercero.

Yo no quería darle la razón a Tsubasa, aunque yo sabía que él estaba en lo correcto. Yo nunca desayunaba en la Resistencia a menos que no me quedar de otra, y sin embargo yo estaba ese día reunido con todos los demás en la mesa que se usaba para todo, inclusive para comer. ¿Por qué? Por Lily, pero no lo quería admitir.

Por cierto que Lily se apareció con Sanae, como si nada. Ella no me miró, simplemente saludó a Lafayette, a Misaki y a Tsubasa, ignorándome completamente. ¡Ja! Por favor, no me vayas a decir que no te gustó que te besara, porque yo bien sabía que sí te gusto.

- ¿Cómo pasaste la noche, Lily?.- quiso saber Misaki, con una cara que demostraba que su pregunta no era tan inocente como quería hacer ver.

- Bastante bien, gracias.- respondió ella, de lo más tranquila.

- ¿Estás segura?.- preguntó Bisbrian.- ¿No será que tuviste problemas con...? ¡Auch!

- Perdón.- dije.- No me fijé que tu pie estaba tan cerca del mío, Brisa.

Lafayette me miró con deseos de golpearme, pero no me importó. Eso fue solo una advertencia, aunque a quien debí advertirle fue a otra persona...

- ¡Ah! ¿Y qué me dices de la pesadilla que tuviste?.- preguntó Sanae, con total ingenuidad.

- ¿Cuál pesadilla?.- Lily intentó fingir demencia.

- Sí, ¿cuál pesadilla, Yuri?.- pregunté, presintiendo lo que podría ser.

- No tiene importancia.- Lily se encogió de hombros.

- ¿Cómo que no tiene importancia?.- insistió Sanae.- Imagínense, Lily soñó que un orangután enorme y feo la sujetaba con fuerza entre sus peludos brazos y la besaba en la boca. ¡Qué espanto!

Misaki y Bisbrian, que ya sabían lo ocurrido entre Lily y yo esa mañana, se echaron a reír a carcajadas, Tsubasa y Sanae los miraron sin comprender y solamente Lily mantuvo la compostura, aunque se puso muy colorada.

- Fue algo sin importancia.- insistió Lily.- No tiene tanto interés.

- Me imagino qué clase de orangután te ha de haber besado.- Bisbrian miró con malicia a Lily, la desgraciada.- Pobre de ti, de verdad. ¡Auch!

- Perdón.- me disculpé de nuevo.- No me fijé.

Fuera de eso, el desayuno transcurrió sin novedades; Elieth se apareció al final del mismo para hablar con Lily y conmigo a solas. Al parecer, Schneider la había puesto parcialmente al tanto de la situación de Lily y llevaba órdenes para nosotros, aunque Lily tenía un plan diferente, algo de lo cual no tuvo la decencia de informarme.

Le darán a Sanae una muestra de la sangre de Lily.- informó Shanks.- Y se la darán a Sanae para que la analice, sin decirle de quién proviene ni tampoco qué virus contiene; sin embargo, deben advertirle que es algo tremendamente peligroso y que debe tomar todas las medidas posibles.

- ¿Puedo hablar con la Mano?.- preguntó Lily, sin hacer mucho caso de las indicaciones.

- Nadie puede hablar con la Mano.- replicó Elieth.

- ¿Y él qué?.- Lily me señaló.- Él lo hizo y no creo que sea alguien importante aquí.

- Deja de darme tanto crédito.- gruñí.- Nadie puede hablar con la Mano así como así, a menos que sea algo importante.