Capítulo vigesimoprimero.

86 15 0
                                    



Capítulo vigesimoprimero.

Después de vivir más de 1460 días bajo la amenaza de un peligro constante, mi instinto se despertaba al sentir que algo anda mal. Me sentía un poco adolorido de la espalda, quizás por haberme quedado dormido en el asiento trasero de un coche después de haber tenido una noche de sexo, pero bien había valido la pena. Me aseguré de que Lily aun siguiera respirando y después de comprobar que ella estaba solo dormida y no muerta, me vestí como pude y salí del automóvil.

Había algo diferente; no podía saber qué, pero era algo en el ambiente. Me sentía como zorro acorralado, tenía ganas de irme de ahí cuanto antes. Era como si alguien nos observara a la distancia, como si hubiese un cazador en las cercanías... Katya no había regresado, y todo parecía estar igual que antes, pero el aire se sentía diferente... Debía estar volviéndome loco...

- Lily, despierta.- le dije a ella apenas volví al auto.- Debemos irnos.

- ¿Qué sucede?.- murmuró ella, medio dormida.

- No lo sé, solo sé que tenemos que irnos.- respondí.- Vamos.

Lily ya se había acostumbrado a tomar en cuenta mis sugerencias sin ponerlas en duda (qué considerada), de manera que empezó a vestirse, aunque de rato se me quedó mirando fijamente.

- ¿Podrías darte la vuelta?.- me pidió ella.

- No me digas que te da vergüenza que te mire.- reí.- ¿Después de las veces que hemos estado juntos?

- Precisamente por eso.- Lily enrojeció.- Date la vuelta.

- Ya.- suspiré.

Me volteé, dándole la espalda al auto, y entonces lo vi: un movimiento perceptible en la periferia. Mis músculos se pusieron en tensión y contuve el aliento. Sin embargo, nada pareció moverse después y pensé que quizás había sido un animal, pero esto tampoco me tranquilizó. Si un animal fue el causante de tal movimiento, debía tratarse de uno muy grande, cosa que tampoco era buena. Bien podría tratarse de Nikiforov, así que esperé un poco para ver si se encendía alguna luz o había más movimientos, cosa que no hubo, de manera que quienquiera que hubiese hecho ese movimiento no quería volver a ser tan evidente. Así pues, me subí al auto y arranqué, aun con las protestas de Lily.

- ¡Todavía no estoy lista!.- se quejó ella.

- Terminas después.- repliqué.- Nos están siguiendo.

- Bueno, eso era obvio.- suspiró Lily.- ¿Quién será? ¿La Orden o la Resistencia?

- Aunque no me lo creas, pero mis amigos no serían capaces de traicionarme.- repliqué.- Así que debe tratarse de la Orden.

- ¿Estás seguro?.- cuestionó Lily.

- Oye, ellos han sido mis amigos desde que soy un niño.- protesté.- Sé que ninguno de ellos me daría una puñalada por la espalda.

- No sería una puñalada por la espalda.- replicó Lily.- Sería más bien un acto de defensa legítimo, si consideras que quizás pueden tomarse como traición tuya el que me hayas dejado con vida.

- ¿Por qué siempre tienes que ser tan pesimista?.- pregunté.- Ah, lo olvidé. Vas a destruir a la humanidad, eso te convierte en la villana del cuento y por ende la encarnación del pesimismo.

- ¿Ni siquiera por ser tu amante te portas bien conmigo?.- protestó Lily.

- Oye, te traté muy bien anoche, no te puedes quejar.- sonreí, mirándola.

Esperanza en el Mañana [Captain Tsubasa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora