Capítulo trigésimo.

68 15 0
                                    



Capítulo trigésimo.

Carreras nos miró a Lafayette y a mí, como tratando de decidir a cual de los dos iba a matar primero. Lo que yo no sabía era que en realidad él no quería matarnos a los dos, sino únicamente a mí, cosa que tampoco era para sorprenderse.

- Sergio, aun puedes cambiar.- dijo Bisbrian.- Estabas de nuestro lado, ¿qué demonios te pasó?

- Bien que lo sabes, Bisbrian.- replicó Carreras.- Me engañaste, rompiste mi corazón, acabaste con mis esperanzas.

- Eso es una idiotez.- replicó Bisbrian.- Fue tu culpa, tú me dejaste sola cuando más te necesitaba. Yo te dije que te quedaras conmigo, que me apoyaras, me comprendieras, y aun así te largabas a las misiones al África.

- No me iba tan lejos.- replicó Carreras, en un reproche idiota.

- Sabes a lo que me refiero.- protestó Lafayette.- Yo te quería conmigo y preferiste hacértelas de héroe.

- ¿Y por eso me dejaste por Misaki?.- protestó Carreras.- Yo te amaba, Bisbrian, aun te amo. ¿Por qué no pudiste entenderlo?

- Porque una mujer necesita algo más que solo una promesa vacía.- suspiró Lafayette.

Carreras se paseó momentáneamente de un lado a otro, sopesando las palabras de Bisbrian. Ella estaba decidida, aunque yo me di cuenta que estaba muy asustada.

- Entonces, lo prefieres a él.- murmuró Carreras.- A pesar de todo.

- Así es y así será.- sentenció Lafayette.

- Rosso me ha dicho que los mate.- anunció Carreras.- A todos. Pero yo no podía matarte, Bisbrian...

- Pues no lo hagas.- replicó ella, haciéndome una seña con la mano.

Yo había captado su intención desde hacía mucho rato, lentamente me había cercado a Carreras mientras Lafayette lo distraía con tanta cháchara inútil, así que cuando él estaba más distraído, yo lo empujé contra la pared, haciendo que su arma cayera al suelo.

- ¡Dale duro!.- gritó Lafayette, mientras Carreras y yo nos agarrábamos a golpes.

- ¡Toma el arma y deja de hacerte la tonta!.- grité yo, mientras me esforzaba por evitar que Carreras me lastimara más de lo que ya lo estaba.

Ella tomó el arma, y trató de ver como se manejaba mientras Carreras me daba varios golpes fuertes en el estómago y me hacía perder el aliento. Lafayette entonces le apuntó a Carreras y haciendo gala de una puntería muy buena, lo golpeó en la cabeza con el arma, haciéndolo aullar de dolor.

- Eso fue por Taro.- dijo Bisbrian, al tiempo que alzaba nuevamente el arma para darle otro golpe a Carreras con la culata.- Y esto, por mi hijo.

Claro, Lafayette no tenía suficiente fuerza como para dañar gravemente a Carreras, pero ella se desquitó de la rabia que llevaba dentro. Bisbrian no se conformó con un solo golpe, sino que aparte de todo le dio varios fuertes golpes a Carreras en la cara.

- ¡Yo confiaba en ti!.- gritó ella.- ¡Y tú lastimaste a Taro!

- Ya fue suficiente.- detuve a Bisbrian como pude, ya que la chica era fuerte cuando quería.- Creo que ya te entendió.

- Deberíamos castrarlo.- gruñó Lafayette, muy enojada.

- Yo creo que Misaki ya fue lo suficientemente vengado.- traté de no reírme; a pesar de todo el comentario de Bisbrian fue bastante cómico.- Ya fue suficiente.

Esperanza en el Mañana [Captain Tsubasa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora