House of Cards [Suga~BTS]

V E I N T I C U A T R O

Eunbi

Lunes.

Siempre fui esa clase de chica alegre y optimista. Lo único que tenia escrito mi expediente en el colegio era mi nombre, producto de mi buena conducta y disciplina. Hasta hoy..

Desde el jueves (el ultimo día que vi a Yoongi con la peliverde) me encontraba más distraída de lo usual, mis ánimos llegaban hasta el suelo y mi autoestima se había visto afectada rotundamente. Con tan solo recordar que Yoongi tiene novia y es la hermosa peliverde de piernas bonitas y cintura pequeña, me invadían una envidia y enojo que no son ni medio normales.

- señorita Eun ¿no dirá nada? - cuestionó el subdirector entrelazando sus manos sobre el escritorio.

Nunca pensé que llegaría a entrar a la dirección y mucho menos a la oficina del subdirector, estaba más que segura que evitaría esos lugares a toda costa.

- Eunbi, contesta.

Dijo mi hermano a mis espaldas. Seguramente tendríamos una larga conversación al llegar al apartamento.

- no.. No fue mi culpa - susurré al mismo tiempo que jugaba con el borde de mi falda y bajaba la mirada a mis piernas.

- Lorelai dijo que cuando pasaste a su lado tu simplemente te la golpeaste - dijo el subdirector.

- ¡no es cierto! - grite y me pare de la silla al instante - iba distraída - pensando en Yoongi - choque un poco con ella y le pedí disculpas. Ella fue la que me tomo de los hombros y me empezó a golpear, ¿que no ve esto? - señale mi pómulo hinchado y mi labio con sangre seca.

- Eun, tranquila - dijo mi hermano tomando mis hombros volviéndome a sentar frente al escritorio.

- Es que.. Yo. Jimin, Lorelai miente - dije al borde de las lágrimas.

Me sentía hostigada y enojada a tal punto de querer llorar.

Solo quería un abrazo, un abrazo de Yoongi.

- señorita Eun - regrese mi vista al hombre de aproximadamente treinta años - calmese, tanto como usted y la señorita Lorelai tienen golpes en toda la cara. Tan solo mire sus nudillos.

Sabia que mis nudillos estaban morados e inclusive con un poco de sangre, yo la había golpeado en defensa propia.

- ¿qué esperaba? - mi tono no era para nada amable - ¿que me quedara quieta mientras me golpeaba? Ella tiene la culpa de esto, tan solo mire mi expediente.

El subdirector tomo un folder rojo, el cual identifique al instante como mis papeles.

- aquí tiene cuatro faltas señorita, no asistió al colegio la semana pasada de martes a jueves - dijo sin despegar su vista del folder.

- estaba enferma - dijo Jimin al instante - si revise el mío, también tendré cuatro faltas, me quede con ella en casa.

Gran mentira.

- ¿y sus padres? - cuestionó mirándonos a mi hermano y a mi pausadamente.

Tanto Jimin como yo nos quedamos callados. No era algo que nos agradara mencionar.