Mi cabeza dolía. Había dado ya dieciséis vueltas a toda la cancha y hacia un calor infernal. Tae estaba sentado en las gradas mirándome con una expresión demasiado tranquila. Le había mentido al maestro diciéndole quien sabe que cosa pero había funcionado para no hacer absolutamente nada.
- ¡Park Eunbi, aun le faltan catorce vueltas! - grito el maestro Jae, mi maestro de deportes.
- ¡ya no aguanto! - dije apunto de colapsar. Me incline y puse ambas manos en mis rodillas mientras intentaba normalizar mi respiración - ¡MORIRE! -grite.
Quería quitarme la sudadera pero no podía, estando en el colegio siempre tenia cubiertos mis brazos gracias a las cicatrices demasiado notorias que tenia. Pensaba que si las personas las veían me iban a catalogar como una loca suicida, aun que claro, admito que hace años tal nombramiento me hubiera quedado mas que perfecto.
- ¡tu puedes Eun! - me animo mi mejor amigo, lo fulmine con la mirada y volví a mi postura firme.
- ¡Calla te! -grite antes de volver con mi tortuosa actividad -dios ya mata me de una vez - susurré mientas corría.
Muchos de mis compañeros ya estaban delirando en el césped, otros eran llevados a enfermería y unos cuantos - incluyéndome - seguíamos corriendo alrededor de la bendita cancha.
Me detuve cuando sentí mis piernas flaquear y estar a segundos de caer tal cual un saco de papas. Tome una bocada de aire y me senté en el césped. El maestro Jae me miro con una expresión des aprobatoria y se dio vuelta dándome la espalda.
¿por que los maestros de deportes no hacían la actividad con nosotros? En mi vida he visto a un maestro correr, saltar o hacer alguna otra actividad junto con sus alumnos.
- ¡que paso chicos, apenas llevan poquitas vueltas, no me digan que ya se cansaron! -grito el maestro.
- Venga a correr con nosotros, a ver si muy vergas -grito jony apuntó del colapsó. Todos mis compañeros comenzaron a reír.
- ¡por jugarle a chistosito veinte vueltas más! - la bulla de mis compañeros no se hizo esperar al escuchar las palabras del maestro.
- ¡No aguanta nada profe! -contesto Jony.
- ¡que sean treinta! -la expresión de mi compañero hizo que todos rieran una vez más.
El maestro dio vuelta victorioso y camino hacia el almacén donde se guardaba todo el equipo deportivo dejándonos solos. Me pare del césped y camine hacia mi mejor amigo.
- Tae no siento mis piernas -dije al mismo tiempo que me sentaba a su lado y apoyaba mi cabeza en su hombro - en una de estas enserio muero.
- piensa Eun, ¿por que crees que le miento al maestro?.
- por huevon -conteste enseguida.
-no tonta. No estoy loco como para correr por toda la cancha y de pilón debajo del sol - ni modos que por encima Tae - ¿de que te sirve tu inteligencia si no la usas con sabiduría?
- De mucho -dije y me aparte de el.
- seguro. En fin, ¿que paso ayer que no vine? ¿estuviste sola? -pregunto Tae.
Asentí. Claramente no le iba a contar que intercambie palabras con Min Yoongi, seguía sin saber la razón por la que Tae me pidió que me alejara del rubio. Hablando de el, ayer después del repentino abrazo - si es que se puede catalogar así - se fue sin más dejando me sola.
- todo normal, ya sabes -me encogi de hombros y Sonreí.
Tae asintió y me miro.
- ¿sabes de quien es cumpleaños el sábado? -negué, era pésima en recordar fechas.
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House of Cards [Suga~BTS]
Fanfiction» Desde que aquél sentimiento que encontraba idiota e inclusive inexistente surgió en mi miserable vida, sólo pensaba que tu sonrisa era lo más lindo que podía apreciar cada día « - ¿no te cansas de ser amargado? ¿alguna vez has sonreído sincerament...