16 | plan b.

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JaeBeom apretó los puños tratando de calmarse, su rostro estaba sonrojado de la rabia y la  vena en su frente parecía que explotaría en cualquier momento.

—Te lo dije —JinYoung cruzó sus piernas por debajo de la mesa, un pequeño gesto que hacía para ocultar sus nerviosismo. Quería ser tan firme como podía— y no me escuchaste.

Cuánto odiaba que le hicieran saber lo equivocado que estaba, pero, ¿no ven que él quiere vivir en su mentira donde no hace nada mal? Es su única forma de ser feliz sin culpas, fingir que todo está bien. El único problema era cuando se le escapaban detalles.

—Dime que tengo tiempo de pensar en una solución.

—¿Una semana es suficiente? —ofreció, luego de calcular cuando tiempo tomaría abrir el caso y procesar las pruebas.

Tosió, sin poder creérselo.

—Tienes que estar bromeando. —llevó sus manos hacia su cabello y tiró de éste— En una semana no puedo sacar a YoungJae de aquí, no, no. En una semana va a seguir teniendo diecinueve.

En diversas ocasiones, le ofreció al castaño fugarse del orfanato para que pudiera vivir con él. A los directivos ni siquiera les importará si les falta alguien, mucho menos si es tan mayor como YoungJae. Pero, el chico siempre mantuvo su postura de salir cuando le tocara, lo haría, que es cuando cumpliera sus veinte años y fuera oficialmente un adulto legal.

—YoungJae quiere salir por su cuenta, si lo haces podría enojarse y aparte, generar sospechas. —estaba rodeado, jodidamente rodeado— Vamos a tener que utilizar el plan b.

JinYoung frunció el ceño.

—¿Tenemos plan b?

—Lo tendremos.

JaeBeom suelta un largo suspiro, acariciando su frente. Luego, se inclina hacia adelante con ayuda del sofá.

—Lo adoptaré y aceptaré la oferta de dílseacht. —suelta, sorprendiendo al contrario de su repentina decisión— A la mierda, tiene que entender que debo sacarlo de aquí.

JinYoung lo mira con desconfianza, aquel plan no le parecía lo mejor.

—¿Estás seguro de hacer eso? —cuestiona— No es un proceso sencillo.

—Si me ayuda a protegerlo, entonces se hará y punto. —dice con firmeza, colocándose de pie— No te quedes ahí, quiero hacer el proceso tan rápido como sea posible.

El menor soltó un suspiro, por supuesto que tenía ideas mejores pero tenía esa mirada en su rostro que le decía que sus objeciones serían en vano. JaeBeom era tan terco, que la misma realidad tenía que ser quién lo despierte algún día.


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―brave boys.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora