33 | how you kill me.

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JaeBeom fue escoltado por los guardias después que le dieron autorización para entrar al juicio. Éste finalmente había llegado y no recibió ninguna visita de parte de JinYoung y realmente estaba preocupado.

Porque una vez que reciba su condena, no habrá vuelta atrás.

Estaba nervioso, no podía evitar jugar con la cadena que sobresalía de sus esposas, las cuales continuaban haciéndole daño en su piel pero con las semanas logró acostumbrarse. Aquellas marcas empezaron a convertirse en rasguños y cuando se sentía muy ansioso, empezaba a tirar de su piel.

Al entrar al juicio, había muchísimo público. JaeBeom imaginó que eran los padres de sus anteriores víctimas listos para contar historias desgarradoras sobre sus hijos, además de algunos policías curiosos que quisieron estar presentes. Del lado del demandante, se encontraban los investigadores que lo interrogaron hace no mucho y de su parte, solo estaba un abogado que él consideraba un completo idiota.

JaeBeom se giró hacia el público, tratando de localizar a JinYoung, éste se encontraba a cierta distancia pero le alivió verlo allí.

El juez llegó, por lo que todos se colocaron en sus posiciones.

—El juicio el estado contra Lim JaeBeom da su inicio. —golpeó el mazo con fuerza, resonando por toda la habitación— Pueden sentarse.

Los investigadores empezaron a dar sus argumentos, pero JaeBeom simplemente dejó de prestar atención. Los nervios jugaban con su mente y los malos pensamientos simplemente se estaban llevando lo mejor de sí. Sabía que su abogado estaba arremetiendo en contra de las acusaciones porque sintió como se incorporaba y que los demás estaban haciendo trizas sus defensas por sus gruñidos.

Pero nada, absolutamente nada se comparó a cómo se sintió cuando llegaron los testigos. 

Los primeros solo eran trabajadores de tiendas que alguna vez asaltó y gente que observó los asesinatos pero nunca los pudo denunciar. Cosas típicas, hasta que llegó el turno de un voluntario.

—Diga su nombre y su edad.

—Mi nombre es Ahn YoungJae, tengo diecinueve años.

JaeBeom apenas escuchó su voz, elevó su mirada hasta él. La misma piel pálida, mejillas coloreadas y espeso cabello negro. 

YoungJae.

Su YoungJae.

Vivo.

Le obligaron a hacer el juramento, luego el abogado acusador se acercó para hacerle las preguntas. Todos estaban tan sorprendidos como el mismo JaeBeom y el abogado lucía un poco perdido sobre que preguntar.

—Señor Ahn, digamos porque se encuentra aquí. —JaeBeom quiso levantarse de su asiento y golpearlo por preguntar semejante estupidez, pero tampoco se encontraba en mejor posición ya que él solo quería acariciarle la mejilla y preguntarle si estaba bien, si era real.

YoungJae miró a JaeBeom, no había ese brillo característico en sus ojos, su expresión era vacía y casi lucía como un verdadero muerto.

—Quiero contarles como me mataste.


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―brave boys.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora