―brave boys.

32 | you only see what they want to show.

JinYoung se aferró a su abrigo oscuro mientras se escabullía por las calles, escondiendo su rostro de las cámaras y apresurando su paso cuando encontró su destino. La puerta era tal y como JaeBeom se la describió, color ladrillo sucio y camuflada con el deterioro de su alrededor.

La entrada a la casa Wang.

JaeBeom le pidió visitar al hombre que le dio trabajo para que lo ayudara a escapar de la cárcel. No estaba seguro de que se iba a encontrar, pero haría lo que sea para probar la inocencia de su amigo.

Luego de golpear, una voluminosa rubia lo recibió y procedió a llevarlo hacia la oficina principal.

Jackson se encontraba en un escritorio, donde encima de éste habían más de quince armas de diferentes tamaños y formas y él se encargaba de pulirlas.

Cliché, pensó JinYoung.

—¿Quién eres? —preguntó con voz rasposa y molesta—, no recibo visitas en mi día libre.

JinYoung se abrazó a si mismo.

—Estoy aquí en nombre de Lim JaeBeom. —Jackson finalmente lo miró en todo el tiempo que llevaba ahí— Tengo entendido que usted lo puede ayudar.

Jackson dejó la arma que sostenía sobre el escritorio y juntó sus manos para sostener su mandíbula.

—Ese niño problemático...y tan mentiroso. ¿En qué se metió ahora?

—Choi YoungJae, su mejor amigo, fue supuestamente asesino y JaeBeom está siendo inculpado.

—¿Choi YoungJae? —entrecerró los ojos— ¿O Ahn YoungJae?

JinYoung parpadeó varias veces.

—¿Quién es Ahn YoungJae?

Jackson se levantó de su escritorio y caminó hasta uno de los estantes que recorrían la gran oficina, luego volvió con una foto en su mano y se la extendió a JinYoung.

—Él es Ahn YoungJae —JinYoung jadeó cuando vio la foto—. Hijo heredero del imperio donde JaeBeom y yo trabajamos, víctima de abusos y maltratos por parte de Lim.

—Debe ser un error. —JinYoung dejó la foto sobre la mesa— JaeBeom ama a YoungJae.

Jackson bufó y se acercó a JinYoung, acariciando su barbilla.

—Hay tantas cosas que se esconden detrás de una sonrisa bonita y palabras de amor.

JinYoung tragó saliva, luego en un movimiento rápido agarró el brazo de Jackson, lo colocó detrás de su espalda mientras él lo inmovilizaba tomando su cuello. Jackson rió sin cesar.

—La lealtad es tan débil.

—¿Dónde está YoungJae?

—No lo sé.

Apretó en agarre sobre su cuello.

—No mientas.

—No lo hago. —tosió un poco— El chico se esfumó de la faz de la tierra apenas tuvo oportunidad, no lo culpes.

—YoungJae no es así.

—¿Y qué te hace pensar que lo conocías? Tú solo veías lo que ellos querían que vieras.

JinYoung pensó en todas las veces que estuvo cerca de ellos, la actitud peculiar de YoungJae y los comentarios de JaeBeom. Pero aún seguía dudando, pero aún habían demasiado inconsistencias.

Aún no había forma de que YoungJae estuviera mintiendo.

—Dame una razón para creerte.

—YoungJae intentó escapar enviando una foto de JaeBeom y él a tu distrito, pidiendo rescate. Pero fue confundido como su cómplice, JaeBeom lo llevó lejos apenas lo supo.

JinYoung le empezaron a temblar las piernas.

—El incendio...

—YoungJae lo provocó, sería un suicidio pero tú estabas ahí y sus planes se frustraron —dijo—. ¿No había tanta calma en él al saber que iba a morir?

JinYoung soltó a Jackson, éste se colocó en frente de él.

—¿Los padres de JaeBeom, están realmente muertos?

Jackson soltó una carcajada.

—Querrás decir, los padres de JaeBeom y YoungJae. —JinYoung ya no podía ni respirar— JaeBeom los mató.

—¿Hermanos?

—Tú solo ves lo que ellos quieren que veas.