epílogo | crónicas de un ladrón.

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JaeBeom era inflamable.

Todo lo que tocaba se encendía en fuego. 

Sus padres, el primer orfanato que visitó y el cual trató de salvar, pero todo fue para peor. El primer juguete que fue verdaderamente suyo. 

El orfanato que lo acogió durante el resto de su adolescencia. 

La casa donde prometió proteger a YoungJae. 

Su vida. 

El amor que sentía hacia YoungJae.

JaeBeom había escuchado toda su vida que el fuego era algo con lo que no se debía jugar. Pero él era inflamable, era su pasatiempo. Jugar con fuego era todo lo que sabía hacer y había desarrollado una habilidad especial para que el afectado nunca fuera su propia persona.

Hasta que llegó YoungJae.

YoungJae es como un incendio. 

Y está acercándose sin control a él.

Algún día los dos explotarán.

JaeBeom reza cada noche para ser quien termine quemado.


FIN DE LA PRIMERA PARTE


la parte dos va en el mismo libro aguANTEN

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la parte dos va en el mismo libro aguANTEN



―brave boys.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora