18 | they disappear like magic

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JinYoung no sabe exactamente cómo terminó involucrándose con la pareja de huérfanos.

Él no estaba arrepentido de conocerlos, para nada, se encontraba muy encariñado con ambos y agradecidos por haberle traído finalmente algo de emoción a su monótona vida. Destinado a suprimir el crimen sentando en una patrulla y un molesto sonido de fondo, pero no se sentía correcto.

Literalmente, nada lo era.

La policía era por mucho, más corrupta y ridícula que sus casos, nada que sea importante o agotador para llenar un expediente repleto de mentiras y recibir tus wons al final del mes. JinYoung quería algo diferente, no, quería hacer lo que realmente debía hacer.

Y una noche, su turno nocturno había empezado en la completa soledad gracias al retraso de su compañero esa noche —siendo sincero, ni siquiera era útil —, la alarma se disparó como sus latidos al tener por fin un hecho real que cubrir y decidió que lo tomaría solo. Arriesgado, pero estaba desesperado por hacer algo bien.

Se trataba destinaba ser una pareja que asaltaba una tienda de ropa muy popular y cara en una prestigiosa zona de Daegu, JinYoung sintió curiosidad ante el llamado a su unidad en lugar de buscar otra más eficaz para ese lugar. Aún con eso, agarró su arma y fue hasta la escena.

Se imaginó todo tipo de situaciones, fortachones, un mafioso con una rehén, principiantes, pero nunca lo que realmente encontró: dos chicos que no alcanzaba la mayoría de edad haciendo que los dueños de la tienda llamaran a la policía para admitir haber participado en un secuestro a extranjeras, el más pequeño alineaba a las mujeres en el suelo y a cada una les regalaba un chicle sabor a banana.

¿Quienes eran? Pues, un chico que decidió combatir el crimen a su manera y un pequeño que lo ayudaba como su firme compañero. O esa es la forma en la que JinYoung los denominó.

JinYoung los localizó unos días después, vivían en aquel orfanato a unas calles de su propia casa y les hizo llegar en persona su recompensa por resolver una investigación.

—Han hecho más de lo que yo podría contar en mis seis años como policía. —JaeBeom, principalmente lo miraba con recelo y YoungJae sonreía, pero no confiaba en él— Acéptenlo y si deciden continuar, les recomiendo ser discretos.

Y sin rodeos, como siempre, preguntó:

—¿Y qué buscas tener a cambio, hyung? —YoungJae aceptó tomar la bolsa con el dinero pero esperaba una respuesta.

JinYoung negó inmediatamente, pero su mirada insistente lo derrotó.

—Los cubriré si me dejan unirme a ustedes.

JaeBeom soltó una risa burlona y YoungJae negó con su cabeza.

—Hyung, usted es muy guapo como para que le metan un balazo.

—También eres muy bonito como para ir a prisión. —JaeBeom al terminar de escuchar se apresuró a apuntarlo con su arma y pedirle que no amenazara a su amigos— Conozco éste tipo, presionas aquí... —Tocó un extremo de la pistola y se deshizo en pedazos en el suelo. — y desaparece como por arte de magias.

Vamos, sabía de armas, era policía y estaba dispuesto a cooperar, ¿como no lo iban a querer dentro? Se convirtió en su ángel de la guarda sin importarle un carajo si podría ir a prisión por apoyarlos, al fin y al cabo, ellos eran lo más interesante y bonito que tenían y los protegería hasta el final.

Vamos, sabía de armas, era policía y estaba dispuesto a cooperar, ¿como no lo iban a querer dentro? Se convirtió en su ángel de la guarda sin importarle un carajo si podría ir a prisión por apoyarlos, al fin y al cabo, ellos eran lo más interesant...

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―brave boys.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora