La familia Ahn —originarios de Goyang— se habían mudado a Mokpo para empezar su nueva vida como pareja recién casada.
SeulGi y JunHo tenían una doble vida: de día eran la típica pareja normal que esperaban un hijo y de noche organizaban todo lo necesario para que su nuevo heredero estuviera a la altura para manejar su negocio, la mafia más peligrosa de toda Corea del Sur.
Así fue como Ahn YoungJae, su heredero, nació destinado a cumplir con todo lo que sus padres tenían para él. Todos estaban contentos con su llegada, hasta que pocos segundos de su nacimiento, JaeBeom llegó.
Los Ahn tenía muy claro lo que querían: YoungJae como heredero, el príncipe de todo. Jaebeom, por otro lado, fue tan improvisado que nadie sabía que hacer con él, por lo que fue ignorado ya que todos solo estaban al pendiente del crecimiento del heredero.
Jaebeom odió a YoungJae, tanto que intentó asfixiarlo con mientras jugaban con los carritos, tanto que lo golpeaba con las pelotas, tanto que intentó ahogarlo en la bañera. Tanto que no podía soportar que ese niño torpe se llevara toda la atención y amor de sus padres.
Y un día, todo cambió.
Un hombre enemigo de su familia incendió su hogar, matando a sus padres de inmediato y servicios sociales separó a los hermanos en diferentes refugios, tomando la mejor decisión para ambos. Jaebeom simplemente olvidó que tenia un hermano, al igual que YoungJae. Los dos crecieron pensando que sus familias los habían abandonado, sintiéndose culpables por no ser suficiente.
Hasta que un día, los hermanos volvieron a encontrarse, sin saber que eran familia. YoungJae trató a JaeBum como su amigo más fiel y éste sentía un extraño odio y miedo alrededor del chico, golpeándolo y maltratandolo, deseando que se alejara de él pero éste solo se mantenía a su lado.
Porque ambos estaban solos y YoungJae quería protegerlos, a toda costa.
Jaebeom se convirtió en ayudante de Jackson en su adolescencia, hasta que YoungJae lo descubrió. Su primer instinto fue matarlo, pero YoungJae reaccionó pidiéndole ser su ayudante.
Porque, en realidad tenía miedo de que JaeBeom lo lastimara.
Y así fueron las cosas, donde YoungJae debía ser la carnada para los tipos malos que JaeBeom iba matando, teniendo que soportar a hombres tocándolo o estando muy cerca de él porque tenia miedo de que la única persona que tenia en el mundo lo matara. Porque JaeBeom era violento, grosero y abusivo, no podía confiar en su palabra.
Y a veces, era divertido y cuando mataba a los que se sobrepasaban, llegaba a sentirse protegido.
Pero, siempre existió una sensación en su interior que no lo hacía sentirse completo. Lo descubrió cuando la madre del orfanato le entregó una caja que servicios sociales había encontrado, donde aseguraban que le pertenecía. Allí encontró un libro de cuentos que su madre escribía para él, donde lo pintaba como un príncipe y luego relataba cómo su hermano lo maltrataba.
YoungJae supo que JaeBeom era su hermano a los diecisiete años, por lo que desde entonces planeó mil y una veces escapar, fallando en los intentos.
Pero, estuvo tan cerca cuando tomó aquella foto de JaeBeom y él y la mandó a la policía, pidiendo ayuda. JinYoung tuvo que avisar, JinYoung tuvo que arruinar los planes. JinYoung tenía que aceptar las drogas qué JaeBeom le suministraba y creer todo lo que decía.
Entonces, JaeBeom se convirtió en su tutor legal, arruinando el plan de YoungJae de escapar cuando fuera mayor de edad y convirtiéndolo de su propiedad para siempre.
Y YoungJae intentó suicidarse, incendiando la casa que encontraron en Busan. Pero JinYoung frustró sus planes, condenando de nuevo su vida.
Cuando Jaebeom lo besó, YoungJae sintió asco, pero descubrió que eso lo debilitaba y trató de manipularlo de esa forma. Haciéndole creer que entre los dos existía un amor único y especial, pero solo había odio de su parte.
Él sólo quería huir.
Entonces, en secreto, reclamó su puesto como heredero y planificó a la perfección su muerte como único plan de escape, fue exitoso. Desde entonces vivió en las sombras, recuperándose de todos esos años de dolor y convirtiéndose en lo que realmente era.
Ahn YoungJae, el juguete de nadie.
Jaebeom escuchó todo, tomado su cabeza entre sus manos y sintiendo que explotaría por todo lo que había provocado.
YoungJae concluyó su testimonio.
—¿Algo más que quiera añadir? —preguntó el abogado acusador.
—No vale la pena llorar por una muerte falsa, cuando me asesinó cada día mientras éramos niños.
Aunque el caso sufriría diferentes problemas debido a la dirección que había tomado con la confesión de YoungJae, estaba claro una cosa:
JaeBeom estaba jodido.
Y ni siquiera le importó cuando sus lágrimas empezaron a manchar sus mejillas mientras observaba a YoungJae bajar del estrado y sentarse a lado de JinYoung.
Porque nadie creería que en realidad, la historia siempre fue otra.
hay dos mentiras en la historia de youngjae, lo van a descubrir en el siguiente pero me gustaría saber si ya tienen una idea de que podría ser.
(si quieren ayuda, lean los primeros capítulos y el 32, están las mayores pistas).
y una última cosa, ¿esperan un final feliz?
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―brave boys.
Fanfiction(🍌) : JaeBeom y YoungJae son tan unidos, como dos compañeros del crimen. ¡Oh, esperen! Eso exactamente son. ↳ 2jae. ↳10/12/2019 ¡puesto #2 en el ranking 2jae! ↳ registrada en safe creative...