26 | ciclamen

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La gran cosa que YoungJae pidió para que dejar de comportarse como lo venía haciendo durante los últimos días fue una flor. 

Pero, no cualquier flor.

JaeBeom no entendió por completo su petición ya que no le especificó cual era la flor que quería, pero tenía que ser una en concreto. Por lo que fue a una tienda mientras YoungJae se había quedado en casa para terminar un libro y le comentó al chico que atendía la situación.

—Él quiere que le des una flor que signifique lo que tú sientes.—dice mientras rueda los ojos con fastidio, ya era la doceava persona que venía con la misma situación y comenzaba a hartarle como no podía entender tan simples palabras— Revisa las etiquetas, ahí están los significados específicos y detallados.

JaeBeom, con algo de torpeza, se fue acercando hacia los estantes para hacer lo que el chico le decía. Estaba tan perdido que ni siquiera notó la forma grosera en la que se dirigió a él, tan solo había una pregunta en su mente y era:

¿Qué sentía por YoungJae y éste necesitaba saberlo?

YoungJae era...YoungJae, muy sencillo de decir pero igual de complicado de explicar y con todo el tiempo que pasaba con el chico era imposible para él no decir que lo entendía por completo. Cada aspecto de su personalidad y el impulso que tiene las decisiones que toma.

Y sabe, que muy en el fondo, es su culpa. 

JaeBeom mira detenidamente entre un tulipán y una margarita mientras piensa en como YoungJae sería si él nunca hubiese interferido en su vida. Probablemente sea más maduro, menos hablador y más centrado en sus metas. 

Porque sin JaeBeom, YoungJae al menos tendría una meta.

JaeBeom siente culpa, pero no hace más que tomar un ciclamen blanco y uno rojo y llevarlos a la caja para pagarlo.


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―brave boys.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora