Sin embargo, la aparente falta de entusiasmo por parte del capitán no perturbó el ánimo de Seishi. Al fin y al cabo, tenía esta oportunidad porque al capitán le habían gustado sus agallas, así que creía que en el fondo era una buena persona que se preocupaba por el club, y por eso mismo necesitaba seleccionar a los mejores.
- Tiene mucha presión encima... - Seishi se dio cuenta de lo agotador que resultaría tratar de liderar un equipo que fue prestigioso sin sus miembros destacados.
- No te haces una idea - dijo Kail, llegando de improviso al lado de Seishi con su habitual sonrisa.
- Haré lo mejor que pueda - aseguró el peliverde, con ojos brillantes.
- Eso está bien chaval. Solo espero que tu talento sea tan grande como tus agallas, y definitivamente llegaremos al torneo nacional - respondió alegremente Kail entre risas, dando una sonora palmada en la espalda de Seishi, que sonrió con una mezcla de alegría y dolor.
Finalmente, Seishi se cambió y llegó a la pista de tenis. Ahí se encontró con que el capitán le estaba esperando al otro lado del campo ya preparado.
- Haremos esto rápido que es tarde. El primero en anotar tres puntos seguidos al contrincante gana. Si gano, tendrás que esperar al próximo año. Si ganas, pasas a la siguiente prueba. Solo estoy dispuesto a romper las reglas que hicieron mis compañeros por un genio, y no por un chico que sabe cómo coger una raqueta - dijo el capitán duramente.
Su objetivo era influir en la determinación de Seishi, pero no se vio afectado en absoluto. Tan pronto como pisó el campo, lo único que existía en sus ojos era su raqueta, la pelota y la red. Nada externo podía afectar su concentración. Al ver esto, Kail asintió con la aprobación marcada en su rostro.
- Te dejaré sacar primero. El que gane el punto saca - dijo despreocupadamente el capitán.
Ante esto, Seishi sonrió. Sin embargo, no era su usual sonrisa cálida y sincera, sino una totalmente despiadada y malvada, lo que hizo que el capitán frunciera el ceño.
El peliverde cogió la pelota y la elevó por encima de su cabeza. Miró la pequeña bola subir a cámara lenta, y balanceó el brazo para que su raqueta golpeará la pelota en el punto más alto.
Al instante, la bola salió disparada, generando una ráfaga de aire. Un milisegundo más tarde, estaba botando detrás del capitán, que aún seguía esperando el saque.
Un silencio surgió tras haber sido testigos de eso, y el capitán miró temblorosamente el suelo del lado de su pista. Allí donde había botado la pelota, se podía ver claramente una marca, como prueba irrefutable de que había entrado.
Sin embargo, ¡fue demasiado rápido! ¡Ni siquiera había sido capaz de ver la pelota, mucho menos de golpearla!
- ¿Q-Qué demonios? - murmuró Kail.
Él había visto todo desde fuera. Kail era un jugador experimentado, y había visto millones de saques. Veía frecuentemente partidos profesionales en vivo, y estaba bastante acostumbrado a la velocidad de la pelota. Sin embargo, ¡No pudo verla! En el momento en que tocó la raqueta de Seishi, desapareció y reapareció en el fondo de la pista. ¡Ni siquiera había una oportunidad de contestar eso!
El capitán miró nuevamente a Seishi, que estaba parado esperando con una pelota en la mano al siguiente servicio.
- "¿Ha sido suerte? Definitivamente ese no es un saque que un mero estudiante de primero pueda hacer. Debe haber sido suerte" - ante estos acontecimientos, la única explicación que el capitán pudo encontrar fue esa.
Pero Seishi le demostró lo equivocado que estaba.
¡Tres saques seguidos! ¡Victoria absoluta! ¡Ni siquiera el capitán tuvo oportunidad de jugar contra él!
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Uno Con La Naturaleza
FanfictionEn la secundaria Kuoh, un nuevo alumno se ha incorporado al comienzo del curso escolar en primer año. Una vez allí, entabla una profunda amistad con una compañera de clase que, curiosamente, también es la mascota de la escuela, Koneko Toujo. Todo ir...