— Demonios! Llegaré tarde —exclama un chico de pelo y ojos verdes.
Su nombre es Seishi, el único legado que le queda de sus padres, que fallecieron cuando fueron secuestrados. Eran exageradamente ricos, dueños de una cadena de hoteles, y fueron asesinados por eso mismo, por gente que creía que era una injusticia la riqueza de unos y la pobreza de otros. Debido a eso, a pesar de que Seishi está solo, vive cómodamente en un apartamento de tamaño mediano. Antes de morir, sus padres dispusieron en su testamento que él heredaría todo, y su cadena de hoteles sería vendida a compradores ya apalabrados. Seishi recibiría todo el dinero de las transacciones, con lo que viviría sin problemas durante 100 vidas. Obviamente esto se hizo así para que nadie pensara que podría aprovecharse del hijo si sus padres murieran y así hacerse con su fortuna. Todos los compradores fueron de extrema confianza, y conocidos de la familia de toda la vida.
A pesar de esto, Seishi decidió tener una infancia normal y dedicarse a los estudios. No era un tema obligatorio, ya que podría haber dejado la escuela y haberse dedicado a disfrutar, pero poseía una cualidad extraña: era un chico muy curioso y que adoraba aprender. Por ello, cuando se vio solo, se inscribió en una de las mejores academias del país, la academia Kuoh, que hasta ahora había sido sólo para mujeres y que se había abierto recientemente a hombres. La educación impartida ahí fue de alto nivel, y la competencia fue feroz, justo lo que Seishi anhelaba.
Mientras salía tranquilamente de su apartamento, rumbo a la academia, que comenzaría el año escolar hoy, no pudo evitar fijarse en el mal estado en el que se encontraba la vegetación que supuestamente debería adornar las viviendas. A pesar de su buena apariencia, Seishi reconoció signos de deshidratación en las flores y hierba, que ya empezaba a amarillear.
Sin dudar ni un segundo, entró en casa y, armado de una regadera, estuvo un buen cuarto de hora alimentando las plantas. Cuando acabó, retomó su camino hacia la academia. A pesar de haber dicho que llegaría tarde, había salido con 45 minutos de antelación, por lo que tenía tiempo de sobra para caminar tranquilamente.
— Está bien, recuerda, la primera impresión es la más importante. No te quedes bloqueado, no seas creído, sé amable, no hagas nada extraño y sobre todo no seas como sueles ser —se dijo Seishi a si mismo, y asintió para darse ánimos.
Como cualquier estudiante que asiste a una academia por primera vez, estaba muy nervioso. El miedo a no encajar era demasiado fuerte, a pesar de que nunca tuvo problemas para hacer amigos.
De camino a la academia, no pudo evitar fruncir el ceño ante la escasa vida que se veía por las calles. La mayoría de gente estaba sumida en el silencio, mirando el móvil sin siquiera percatarse de su alrededor.
— Esto no es como el campo —murmuró Seishi al tiempo que suspiraba.
Él antes vivía en una casa en el campo, rodeado de naturaleza. Era normal que el cambio le chocara tanto, pero aún así no pudo evitar sentirse un poco desilusionado por ello.
— La academia será diferente, seguro —digo Seishi, recuperando la motivación al instante.
El nombre de Seishi provenía de la palabra Seishitsu, que significa Naturaleza. Ese fue el legado de sus padres debido a sus ojos y pelo verdes. Resultó ser el nombre más adecuado para él, ya que amaba la naturaleza con todo su ser, hasta el punto en que a menudo dormía toda la noche rodeado de árboles. Curiosamente, cuando lo hacía se despertaba muy despejado mentalmente, pero con dolores intensos por todo el cuerpo. Por suerte, nunca duraban más de 5 minutos.
Llegó a la academia con 10 minutos de antelación, suficientes para llegar al campo de fútbol, en el que se llevaría a cabo la ceremonia de ingreso. Seishi revisó una vez más que todo estuviera en orden y siguió al mar de gente, suponiendo que iban a lo mismo que él.
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Uno Con La Naturaleza
FanficEn la secundaria Kuoh, un nuevo alumno se ha incorporado al comienzo del curso escolar en primer año. Una vez allí, entabla una profunda amistad con una compañera de clase que, curiosamente, también es la mascota de la escuela, Koneko Toujo. Todo ir...