- Bueno, suficiente - dijo Gaia, agarrando a Kunou y alejándola de Seishi.
Eso hizo que el chico suspirara, como si le doliera la separación, pero a la vez estuviera feliz de recuperar el control sobre sus facultades mentales.
Aturdido, se sentó en el sofá mientras ordenada sus pensamientos, y finalmente logró recordar por qué estaban ahí. Era hora de lograr algunas respuestas. Sin embargo, antes de que pudiera hablar, Gaia le señaló con la mano.
Cuando lo hizo, aparecieron unos hilos que surgieron del corazón del chico. Había bastantes hilos, y tres de ellos conectaban a Seishi con Gaia, Koneko y Kunou.
Estos hilos eran de colores diferentes. El que conectaba a Seishi con Koneko parpadeaba, y su color oscilaba entre un amarillo brillante y un verde apagado.
- Amarillo, a medio paso de verde, eso significa que tienes sentimientos contradictorios acerca de Koneko. La temes porque es un demonio, y los demonios quisieron reencarnarte para esclavizarte, pero a la vez sabes que no te desea ningún mal y quieres olvidarte de eso y que sea uno de tus seres queridos - la voz de Gaia había pasado de ser normal a arcaica y antigua tras el uso del conjuro.
- Todos los seres están conectados por algo que llamo "hilos de karma". Cualquiera que tenga cualquier pensamiento acerca de otra persona o la haya visto alguna vez, estará conectada con ella mediante un hilo que simboliza esa relación. La mayoría son grises, lo que indica que la relación es prácticamente nula, como la que tendrías con alguien con el que te has cruzado por la calle - explicó Gaia.
- Si el hilo es rojo - Gaia en este momento se detuvo para señalar un hilo en particular que brillaba con un color escarlata claro- significa que la relación es de enemistad, o que tienes sentimientos adversos contra esa persona. Cuanto más oscuro es el rojo, mayor es la enemistad. Rojo muy oscuro representa una enemistad a muerte e irrevocable.
- Si el hilo es amarillo, significa que tienes contacto regular con una persona, pero es algo casual. Cuanto más brillante es el color, más profunda es la relación - siguió Gaia.
- Si el hilo es verde - aquí se detuvo para señalar el hilo que conectaba a ella misma con Seishi, que brillaba con un color verde oscuro - significa que consideras a esa persona cercana a ti. Cuanto más brillante es el color, más intensa es esa cercanía.
Gaia no pudo evitar suspirar para reflejar su envidia. La mayoría de hilos eran grises. Había unos pocos amarillos, el de Koneko, que se debatía entre amarillo brillante y verde oscuro, algunos verdes más que se perdían en la distancia, y uno más. Ese era el que conectaba a Seishi con Kunou, y brillaba como una estrella verde, que parecía que podía iluminar toda la habitación con su resplandor. Gaia volvió a suspirar al ver que Kunou, al ver el cariño que le tenía el chico, se tiró al sofá y apoyó su cabeza en el regazo del chico, a lo que este respondió acariciándole la cabeza y las peludas orejas. Sus colas se movieron con satisfacción mientras ronroneaba por la comodidad que la rodeaba.
- Y luego, están estos - dijo señalando unos hilos negros. Dos de ellos conectaban, respectivamente, a Kunou y a Koneko.
- Estos son hilos cortados a la fuerza. Contienen todos los recuerdos que has perdido. Si así lo deseas, puedo devolverte los recuerdos y reparar el daño a tu alma. Piénsalo bien - dijo Gaia, concluyendo su explicación sobre los hilos de karma.
Cuando dijo eso, la habitación se sumió en un profundo silencio. La mano de Seishi dejó de acariciar a Kunou, lo que provocó un bufido por su parte, pero no dijo nada más.
El chico pensó cuidadosamente en las implicaciones de ello, y finalmente, tras media hora de pensar en completo silencio, levantó la cabeza.
- Repáralos - dijo el chico.
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Uno Con La Naturaleza
FanficEn la secundaria Kuoh, un nuevo alumno se ha incorporado al comienzo del curso escolar en primer año. Una vez allí, entabla una profunda amistad con una compañera de clase que, curiosamente, también es la mascota de la escuela, Koneko Toujo. Todo ir...