Seishi finalmente llegó a la academia, un poco deprimido por los acontecimientos de esa mañana. El cruel dolor que lo había atormentado había hecho que empezara mal el día. La intervención del monje extraño le había asustado un poco, y la ausencia de agua caliente en su ducha solo había contribuido a empeorar su ya maltrecho estado de ánimo.
Cuando finalmente llegó a la academia, descubrió que Kail le había estado esperando para entregarle el horario de entrenamiento. Era menos estricto de lo que esperaba, con solo tres días a la semana para entrenar. Tras hablar un poco, se despidió del amigable chico y se dirigió a su aula, solo para ser asaltado inmediatamente por Tomoe, quien le agarró del brazo y lo guió a su clase con una sonrisa de oreja a oreja.
- Hehe, entonces cuento contigo. No te olvides de pasarte por el consejo estudiantil más tarde. Definitivamente iré - dijo Tomoe antes de irse mientras agitaba la mano para despedirse.
Al parecer se había interesado en la entrada de Seishi al club de tenis, y le había pedido una copia de su horario para ir a verle algún día.
Ante esto, el corazón de Seishi sintió un tipo especial de calidez que no había sentido desde que vivía en el campo. La calidez que sólo se puede recibir de aquellas personas a las que les importas.
Tras ver a la pelirroja marcharse, Seishi entró al aula, solo para encontrarse de frente con un depresivo Jared.
Había conocido a Jared por casualidad mientras hablaba con Karen. Es el típico chico que solo va a la academia para intentar ligar con chicas o acercarse a ellas por cualquier método. Hay que decir que sus retorcidos esquemas nunca dan resultado, y su frustración era bien conocida por todos los de clase.
- ¡Seishi compañero! ¡Tienes que ayudarme! ¡Enséñame cómo conseguir chicas lindas! - al ver al peliverde, Jared habló con estrellas en los ojos.
Esta no era una escena extraña, y la mayoría de la clase se llevó una mano a la cabeza. Incluso Seishi estuvo tentado de hacerlo. Hay que decir que el peliverde atrajo bastante la atención del sexo opuesto. No solo era guapo, sino que tenía buen carácter, sabía hacer muchas cosas, y ese pelo y esos ojos eran toda una rareza. Además era alguien muy paciente. Su relación con Jared y el hecho de que aún no haya sido brusco con él era prueba suficiente de su buen temperamento.
Claro que todo esto no lo sabía Seishi. Obviamente sabía que se llevaba bien con el sexo opuesto, pero creía que eso era todo, y que la relación que tenía con Karen y su grupo de amigas era de pura amistad, y que los chicos de clase exageraban todo.
- Trata de ser amable. No seas como sueles ser y te irá bien. No preguntes a las chicas el color de su ropa interior ni sus medidas. No actúes como si te hubieran sacado en medio de una obra de teatro malo, y creo que te irá decente, y al menos podrás intercambiar algunas palabras con alguna chica - Seishi dijo esto sonriendo, pero todo el mundo veía que no era la típica sonrisa alegre y cálida, sino una un poco forzada e incómoda.
- ¡Eso es todo lo que deseo! ¡Gracias compañero, iré a poner en práctica tus consejos ahora!
Dicho eso, el hombre se fue de clase, sin siquiera preocuparse por el hecho de que el día acababa de comenzar y que el profesor había llegado justo en ese momento, y estaba parado en el marco de la puerta.
- Otra vez tu Jared. ¿Cuántas veces te he dicho que si te quieres escabullir no lo hagas en frente de mis narices, ¡idiota! - dicho esto, el profesor agarró al desdichado chico y lo llevó fuera del aula en dirección a su castigo.
Aprovechando la confusión, Seishi finalmente se sentó y sacó los libros.
- Buenos días Koneko - dijo el chico, a lo que la chica de pelo blanco asintió perezosamente. Esto no extrañó al chico, ya que estaba acostumbrado, y se puso a hablar con Karen y sus amigas.
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Uno Con La Naturaleza
FanfictionEn la secundaria Kuoh, un nuevo alumno se ha incorporado al comienzo del curso escolar en primer año. Una vez allí, entabla una profunda amistad con una compañera de clase que, curiosamente, también es la mascota de la escuela, Koneko Toujo. Todo ir...