Amigos no

No quiero perderte...

Advertencia: contenido Lemon.
Si eres menor de edad no leas.. bueno como quieras 🙈

Eran aproximadamente las 10:00 P.M. mientras Serena corría de regreso a su casa, iba llorando a mares, no entendía en qué momento había pasado todo eso. ¿En qué momento la amistad pura que tenía con Seiya se había vuelto menos pura y más sexual?, ¿En qué momento se enamoró de él?, ¿Porqué nunca había notado que de verdad Seiya le atraía físicamente?, ¿Porqué?, ¿Porqué?, ¿Porqué? ... tantos porqué que no tenían respuesta. Se detuvo al llegar a su casa, colocó su mano sobre el marco de puerta. No tenía aire, respiraba pesadamente pues había corrido casi 10 cuadras sin parar. Cuando por fin retomó la compostura respiro profundo una última vez y entró a su casa, no quería que la vieran en mal estado, no sabía cómo reaccionar a las posibles preguntas que le hicieran sus padres si la veían mal.

Entró en la casa sigilosamente y subió a su habitación. Se tiró en la cama y comenzó a llorar frenéticamente pegando su rostro a la almohada para que nadie escuchara sus lamentos. Lloró por horas hasta que se quedó dormida.

En otro punto de la ciudad se encontraba Seiya caminando de regreso a su casa.

-Qué es lo que me sucede?- se preguntaba en voz alta.

-Si la quiero, de eso estoy seguro pero... aaah! Maldición porqué complicas las cosas Serena.- decía mientras seguía caminando y se jalaba el pelo con desesperación.

Mientras seguía su camino hablando consigo mismo no se percató que ya había llegado y en lugar de dirigirse a la puerta de su casa se dispuso a ir por el jardín de la casa de Serena, que básicamente era el suyo también, ya que no había una cerca que dividiera una casa de la otra.

Desde abajo miró como la luz del cuarto de Serena estaba apagada, trepó sigilosamente. A estas alturas del partido ni cuenta se había dado de lo que estaba haciendo, subió por mera inercia; cuando estuvo arriba hábilmente abrió la ventana, no podía esperar a tocar y que Serena le abriera, así que como pudo entró y la vio ahí dormida, con los ojos hinchados de tanto llorar... le dio mucha pena verla de esa manera así que solo le acomodó un mechón de cabello y le dio un pequeño beso en la frente y salió de ahí nuevamente.

Porqué Serena estaba complicando tanto la situación, todo era perfecto hasta a Serena le había dado por enamorarse. Sí ella tenía la culpa de complicar todo. Pero realmente él no sentía nada por ella.- Eran pensamiento que se acumulaban en la mente de Seiya.- Qué es en verdad lo que siento por ella?- Se decía caminando en su habitación de un lado para el otro.

-A quién quien engañar! Sí me gusta, me gusta mucho, me encanta, me fascina como es que me mira, como me habla, como sonríe, me gusta su olor y la manera en la que sabe cuándo algo me pasa, como es que conoce perfectamente mis gustos y cuando me siento triste... No sé qué hacer... oh Dios que hago...- decía Seiya por fin sentándose en la silla del escritorio que estaba en su habitación.

-Que me has hecho Serena, no puedo estar sin ti... pero tampoco quiero atarte ni atarme, pronto iremos a la universidad y seguro conocerás a alguien más y terminaras echándome de tu vida y no puedo permitir eso, te quiero cerca aunque sea como amiga. Aahhh! Si tan solo las cosas fueran más fáciles... Quiero que seas feliz, enserio, lo mereces... Será que como dijo tengo miedo... Sí, sí tengo miedo, no sé cómo reaccionar o que hacer ante lo que me pides... tengo miedo y creo que ni siquiera sé a qué....- y con este último pensamiento se había quedado dormido sobre el escritorio, pues se había recargado en el aun meditando todo lo que estaba pasando.

A la mañana siguiente, Seiya despertó todo entumido y como pudo se levantó y fue a tomarse una ducha. Seguía pensando que es lo que debía hacer, así que resolvió ir a buscar a Serena y hablar con ella, aunque la última vez no funcionó como esperaba, tenía fe en que esta vez encontrarían un punto intermedio y podrían resolver sus problemas.