De cara al futuro...

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Una semana después los recién casados volvían a su hogar.

La luna de miel había sido maravillosa; habían hecho esnorkel y buceo, visitaron las playas aledañas, recorrieron la ciudad y tomaron clases de surf. Cenaron en un restaurante exclusivo y pasaron la noche en la playa a la luz de una fogata. Disfrutaron al máximo su estadía.

Pero la hora de regresar había llegado, así que partieron un poco tristes pensando que algún día les gustaría volver a disfrutar de las paradisíacas playas de Hawái.

El avión aterrizó sin contratiempos y en la sala de espera ya estaban los papás de Serena esperándolos.

- Mamá, papá - exclamó la rubia - Que gusto volver a verlos...

- ¿Cómo les fue? - preguntó abrazando a su hija - te ves radiante - comentó no queriendo soltarla.

- Papá...

- Sentí que fue mucho tiempo el que no te vi...

La madre de Serena rodó los ojos, Seiya rio por lo bajo.

- Hola hijo ¿cómo estuvo su viaje?

- Bien señora muchas gracias.

Se abrazaron y luego de eso, comenzaron el camino al auto.

- ¿Que les pareció Hawái?

- Es precioso mamá, hicimos de todo... fue fabuloso, hasta tomamos clases de surf.

- ¿Enserio? ¡Que bien!

- Esperamos un día poder volver... - comentó Seiya con melancolía.

- Ya verán que sí, sólo hay que esforzarse para lograr lo que se desea...

Minutos más tarde, estaban instalados nuevamente en su apartamento y ahora se disponían a dormir. El viaje había sido muy largo y el jet lag los tenía muy cansados.

- Seiya...

- Si bombón...

- Venía pensando que... - comentó un poco dudosa - Creo que es momento de retomar mis estudios y tú deberías hacer lo mismo.

Levantó un poco la cabeza para verla.

- Me parece perfecto que quieras continuar estudiando... aunque yo no sé si pueda, ahora que vuelva al trabajo seguro tendré que ponerme al día en todo y eso me absorberá mucho tiempo, además, no sé si pueda con los gastos de la casa y de las dos colegiaturas, aún gano poco...

Se sentó en la cama y se acomodó. Este tema era importante y quería hablarlo de una vez, aunque el cansancio ya la estaba venciendo.

- Amor, un día mi madre me dijo que si quería continuar con mis estudios ellos podrían apoyarnos, al igual que a ti, no creo que debamos desaprovechar esta oportunidad. Además, si queremos hacer realidad nuestro sueños de tener nuestra propia casa y en algún momento volver a tener un hijo, creo que debemos prepararnos... ¿no lo crees?

- Sí bombón, en eso tienes razón, pero siento que ya hemos abusado mucho de tus padres... no quiero que piensen que ni siquiera puedo mantenerte y darte todo lo que necesitas, quiero que también tú te sientas orgullosa de mí...

- Estoy muy orgullosa de ti amor y no creo que mis padres piensen nada malo de ti, al contrario, saben que eres un luchador... Mira, si tomas clases en línea o en fin de semana yo te puedo ayudar...

Se sentía dudoso, pero sabía que ahora no era momento de desaprovechar la ayuda; ya habría momento para devolverles el favor a sus suegros.

- ¿Qué quieres estudiar bombón? - se sentó a su lado y la rodeo con el brazo.

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