Amigos no

Situacion crítica...

Respiró profundamente. -Dígame doctor por favor ¿cómo están? – Seiya sintió que el alma se le iba al suelo al escuchar las palabras del doctor.

-La situación es muy complicada. La joven recibió un fuerte impacto en el vientre. El bebé era muy pequeño... lo lamento, no pudimos salvarlo. - dijo el doctor con pesar.

Un grito de dolor fue lo único que se escuchó. Seiya cayó de rodillas al momento de escuchar lo que el doctor había dicho. Sintió que se moría. Richard, que estaba con él, trató de consolarlo. Miles de lágrimas se desbordaban por sus ojos. Sintió como una punzada atravesaba su corazón. Ya no podría conocer a su bebé. Su amado bebé había muerto. ¿Qué le diría a Serena? Tomó aliento. Su bombón... aún no sabía cómo estaba ella. Como pudo se puso de pie y limpió las lágrimas que no paraban de salir.

-¿y serena como está doctor? – apenas pudo articular palabra.

-Esta grave, no le voy a mentir. Por el golpe recibido se le rompieron algunas costillas y una fracturó el pulmón derecho. Estamos tratando de estabilizarla, necesitamos saturar la laceración que se le produjo, pero sufrió un traumatismo craneoencefálico, es una lesión grave... este tipo de lesiones pueden generar inflamación que hace aumentar la presión dentro del cráneo, puede haber hemorragia intracaneana que puede tener secuelas invalidantes e incluso podríamos perderla, tendremos que esperar a que el medicamento que le administramos haga su función. Las siguientes veinticuatro horas son fundamentales. Necesitamos que su cerebro desinflame para poder entonces operarle el pulmón. Además de eso, raspaduras y hematomas normales del accidente. Joven, es necesario que esté tranquilo, hacemos todo lo que podemos, se lo aseguro. – terminó el doctor.

-Seiya, ven, siéntate, pronto llegarán los papás de Serena y tendrás que ser fuerte. – Richard tomó por los hombros al joven, de momento parecía un fantasma. Al escuchar lo que el doctor había dicho había quedado completamente en shock. Su bombón se debatía entre la vida y la muerte y su bebé había muerto. Nada más horrendo que eso. Escuchar aquellas palabras habían sido las peores noticias que hubiere esperado. Sólo las lágrimas corrían imparables por su rostro, eran su única manera de saciar un poco el dolor que sentía. Había enmudeció completamente debido al nudo en su garganta. Era tanto su dolor que comenzó a sentir espasmos en el estómago. Corrió en busca del sanitario. Entró empujando la puerta lo más fuerte que pudo y entró en uno de los baños que había ahí. Devolvió el estomagó tanto, que la garganta le ardía debido a los ácidos corporales que habían salido. Tomó aire y nuevamente comenzó a llorar. Lloró con tanto dolor que sus alaridos se escuchaban hasta a fuera. Se tiró en el piso y refugió su cara en sus brazos.

-¿Cómo es que está pasando esto? - Se preguntó. – perdí a mi bebé, mi pequeño bebé... todavía no te conocía y ya te amaba. Eras el fruto de nuestro amor. – ahogaba sus lamentos mientras se repetía estas palabras. - Bombón que voy a hacer... no puedo solo, no te vayas por favor. - lloró desconsolado. No me dejes... No me dejes... yo sin ti no puedo vivir.... Bombón por favor... - repetía con el hilo de voz que le quedaba.

Ahí pasó unos minutos que para él fueron horas tratando de aliviar un poco todo el dolor que sentía. Cuando, alguien de pronto tocó a su puerta.

-Seiya, los papás de Serena van llegando, es mejor que salgas. – dijo Richard del otro lado de la puerta. – Anda vamos.

Como pudo se limpió las lágrimas y se puso de pie. Una vez más aspiró aire, tenía que ser fuerte, darles la noticia a sus papás no iba a ser nada grato. Tenía que mantenerse firme, por ellos, por él y por Serena.

Abrió la puerta del baño, tocó brevemente el hombro de Richard y se dispuso a salir.

Cruzó algunos pasillos y de pronto los vio, iban entrando en la sala de espera. La mamá de Serena lucía pálida, se notaba que había llorado mucho, sus ojos se veían enrojecidos e hinchados. El papá de Serena se veía sumamente preocupado, parecía que había envejecido veinte años.