El momento llegó...

324 69 53
                                    

Otro día había transcurrido, afortunadamente Serena seguía estable, ya le habían practicado una nueva tomografía y los resultados habían sido favorables. A medio día ya estaba en cirugía. Seiya era un manojo de nervios, esperaba que su bombón saliera bien de la operación, rogaba al cielo por que todo saliera como los doctores esperaban.

-¿Cuánto dijeron que duraría la operación? – preguntó Seiya por tercera vez al padre de ésta.

- De dos a seis horas... apenas va una... tranquilo, me pones más nervioso. - comentó viendo su reloj.

-Lo siento... es que... tendré que ser paciente. - suspiró mientras caminaba de un lado a otro.

-Todos estamos nerviosos... sé cómo te sientes, pero te aseguro que todo saldrá bien y pronto tendremos a Serena con nosotros. - se acercó a él y lo sujeto de los hombros.

-Tengo fe en eso. – afirmó.

-Hijo, come algo anda, desde ayer no has probado bocado. - se acercó la mujer y le ofreció una ensalada y un jugo.

- De verdad muchas gracias, pero no tengo apetito.

-Sé que no, pero tienes que hacerlo. – lo sujetó del brazo y lo hizo sentarse, entregándole la ensalada.

-Está bien, comeré. - abrió la pequeña caja y comenzó a jugar con el tenedor. La verdad es que no le apetecía nada, necesitaba primero saber que su bombón estaba bien.

Cuatro horas más tarde nuevamente daba vueltas por la sala, no soportaba la incertidumbre de no saber cómo estaba su bombón. Hasta que de pronto, salió un doctor.

-Familiares de Serena Tsukino. – anunció un doctor.

-Nosotros. – Se acercó junto con los papás de Serena.

-Soy el doctor Himura, cirujano cardiotorácico. –Se presentó ante la familia. - Afortunadamente pude saturar sin ninguna complicación el pulmón de Serena, todo ha salido como lo hemos planeado.

-Qué bueno... - suspiró emocionada por lo que había dicho el doctor.

-¿Cuándo podremos verla doctor?- preguntó su padre.

-Por el momento no podrá ser posible, voy a mantenerla en observación, dependiendo cómo evolucione probablemente mañana les permita que pasen a verla. Lo conversaré con el doctor Kamakua.

-Doctor... - interrumpió Seiya. – ¿Y de la lesión en su cabeza?

- Mientras realizamos la cirugía fue monitoreada y afortunadamente no hubo cambios. El medicamento que se le administró está haciendo su función, así que podemos decir que va muy bien.  Sí continúa así, pronto despertará.

-Qué alegría. - comentó el padre de Serena abrazando a su esposa.

- Muchas Gracias Doctor, le ha salvado la vida a mi bombón.

-No hay nada que agradecer, les aseguro que el Doctor Kamakura y yo estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos. Ahora solo hay que esperar. Bueno, cualquier cosa les avisaremos. – se despidió y entró de nuevo en el quirófano.

Seiya se sentía un poco más tranquilo con las buenas noticias. Sabía que su bombón hacía todo lo posible para mantenerse con vida, así era ella, fuerte, decidida y él también tenía que serlo. Lo que faltaba sería duro ¿Cómo decirle a Serena que su bebé había muerto? ¿Cómo decirle que su padre había sido el causante? Seguro le destrozaría el corazón cuando se lo dijera, pero debía tener fe en que saldrían adelante, tenían que ser fuertes juntos. Sin duda ésta era otra prueba que la vida les ponía. Tendrían que superarla.

Amigos noDonde viven las historias. Descúbrelo ahora