Nuestra primera vez...

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Advertencia: Contenido Super Lemon!


Los amigos no se besan en la boca...

Los amigos no se deberían dormir en la misma cama...

Los amigos no se conocen todo el cuerpo...
Amigos no, por favor, amigos no, por favor...

Porque los amigos no se hacen el amor....

Después del beso de Serena y Seiya, todo cambio, bueno no todo, ellos comenzaron una especie de relación más cercana. Aún no eran novios, eran amigos, seguían siendo amigos, pero eran de esos amigos que se besaban, se besaban muchas veces y horas al día, obvio lo hacían sólo cuando estaban solos porque ninguno de sus padres debía saber que entre ellos estaba pasando algo ya que después de tantos años de amistad los padres de ambos confiaban tanto en ellos que no sentían preocupación alguna ya que sentían que eran como hermanos... eran tanta la confianza que sentían que cuando ellos decidían ir de campo a algún bosque cercano o ir a la playa y acampar durante días, nunca les decían que no. Seiya hasta se quedaba en varias ocasiones a dormir en casa de Serena, sin que hubiere algún problema, así que por esa peculiar situación decidieron mantener lo que sea que tuvieren ahora, en secreto. Por lo que, durante bastante tiempo tuvieron esa relación bastante rara entre ambos, eran amigos y se presentaban como tal a aquellas personas que conocían por primera vez, porque eso era lo que eran, amigos.

La relación de "amistad" un día fue más lejos. Una tarde mientras los papás de Seiya habían salido de viaje por cuestiones de trabajo ya que los dos eran dueños de una empresa dedicada a la manufactura de telas; por lo que el salir de viaje varias veces al mes no era raro, Seiya comenzó a preparar una reunión con Serena, así que la invitó a hacer una "Pijamada" como ellos le decían a sus reuniones en casa de Seiya, pero esta vez no tenía planeado dormir precisamente, pensó era el justo memento de pasar su "amistad" al siguiente nivel.

Serena como siempre llegó puntual a la puerta de Seiya, con un bolso que contenía su ropa de dormir y algunos dulces, ya que siempre se quedaba a dormir ahí veían películas y comían golosinas. Toco el timbre y salió Seiya a recibirla ya con su ropa de dormir, ropa que consistía en un pantalón flojo, rojo y negro a cuadros y una playera en color rojo, descalzo. Serena le sonrió y pasó por su lado, esperó a que Seiya cerrara la puerta para poderlo besar, sin duda era algo que le gustaba mucho, bueno no le gustaba, le encantaba... No había hoobie favorito para ella, que estar pegada a los labios de Seiya y poder disfrutarlo.

.- uumm! Que rica bienvenida!.- dijo separándose un poco de él.-

.-Que bueno que te gustó, pero si crees que esto es bueno, no tienes idea de la sorpresa que te tengo preparada.- dijo con voz seductora.- ella sonrió. No se imaginada lo que le tenía planeado.

Como la noche era larga, Seiya había planeado primero cenar unos pequeños sándwich y un poco de malteada, algo ligero, pues no quería que Serena se sintiera totalmente llena a la hora que hicieran el amor, claro, porque eso era lo que él tenía planeado, hacerla suya toda la noche, no podía ya soportar estar tanto tiempo cerca de ella, sin saber a qué sabía cada centímetro de su piel, si bien últimamente sus besos habían subido de tono y cada vez eran más apasionados, necesitaba probarla completa; ya habían pasado a segunda base, pero él necesitaba llegar a la tercera pero ya!. Así que así fue, cenaron ligero, luego se sentaron sobre un montón de cojines que Seiya había dispuesto en la sala de su casa, junto a la chimenea y para hacerlo más cómodo, coloco una pequeña pantalla de televisión, en una mesita frente a ellos, en la cual verían la película que quisieran.

Amigos noDonde viven las historias. Descúbrelo ahora