Te Amo...

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Seiya se encontraba tirado en su cama mirando al techo. No lograba entender cómo es que Serena había logrado encontrarlo y peor aún ella se había ido pensando cosas que no eran y eso podría hacer que la perdiera para siempre.

Cansado de estar inerte ante la situación, se puso de pie decidido. Regresaría a Japón.

-Buenas tardes ¿me permites un segundo de tu tiempo? –había llegado hasta la recepción para hablar con Michiru.

Mirándolo de reojo. – Dime.

-Sé que tienes una mala impresión de mí, pero te juro que no tengo nada que ver con Healer. Por favor necesito regresar a Japón ¿podrías ayudarme?

- ¿Qué? – decidió mirarlo esperando una respuesta.

-Que necesito regresar a Japón. Serena se ha ido y necesito decirle lo que en verdad pasó. Si ella cree lo que tú, tengo que recuperarla. Es el amor de vida y no puedo perderla por un mal entendido.

-Te entiendo. Pero ¿Cómo podría ayudarte yo? – dijo más interesada en lo que Seiya le decía.

-Pues no se ¡Dios! No sé qué voy a hacer, solo sé que tengo que ir por ella.

-Haber, primero tranquilízate. ¿Por qué no la llamas? o bueno, espera a que llegue a su casa y le marcas.

-Me podrías permitir el teléfono.

-Lamento decirte que no... Las llamadas aquí quedan registradas, si se dan cuenta de que se marcó un número de Japón me despiden. Además, hoy no traigo mi celular. – dijo meditando como poder ayudarle a Seiya.

-Oh! Pero ya sé quién me puede ayudar.

- ¿Quién?

-Acompáñame.

- ¿A dónde? – Seiya no respondió, sólo la tomó de la mano haciendo que se parara y lo siguiera.

Toc, Toc. Se escuchó en una puerta.

-Adelante.

-Hola Elizabeth. – dijo Seiya entrando junto con Michiru a la oficina de la joven.

-Hola. ¿Seiya verdad?

-Sí así es. Disculpa que venga sin invitación, pero, ¿recuerdas que me comentaste que podrías ayudarme a llamar por teléfono si lo necesitaba?

-Claro, dime. ¿necesitas mi teléfono?

-Sí. Por favor.

-Hola Michiru. – dijo la joven sonriendo hacia la bella mujer de pelo agua marina.

-Hola Elizabeth. Así que... ¿vas a infringir las reglas?

-Michiru. Fuimos jóvenes ¿ya no lo recuerdas? Nos encantaba romper las reglas. Así que, qué más da.

-jajajajaj.- una pequeña risa salió de Michiru.

- ¿Puedo hacer la llamada? – preguntó Seiya volteando a ver a las dos mujeres que parecían conocerse muy bien de años atrás.

-Claro. Adelante. Yo iré con Michiru por un café, así que tomate tu tiempo. – se puso de pie y de su bolso sacó un celular entregándoselo a Seiya.

-Gracias. – tomó el celular y comenzó a marcar un número conocido para él.

Escuchó la línea sonar y sonar y sonar... nadie respondió.

-maldición! Serena, responde. – decía desesperado mientras escuchaba el sonar del teléfono.

Nuevamente marcó esperando a que entrada el buzón de voz.

Amigos noDonde viven las historias. Descúbrelo ahora