Juntos otra vez...

624 102 42
                                    

- ¿Qué? - la expresión no podría ser más cómica. Bueno eso pensaba Serena. - ¿me-me-me puedes re-re-petir lo que acabas de de-de-decir?- dijo tartamudeando.

-Que vas a ser papá Seiya.- dijo Serena mientras tomaba las manos de Seiya y las colocaba en su plano vientre.

- ¿Estás segura? - seguía preguntando, como esperando una respuesta diferente.

-Claro que estoy segura, hace rato me lo confirmó un Doctor. – dijo mientras presionaba suavemente las manos de Seiya aun en su vientre. – Sabes, sé que esto te toma por sorpresa, también a mí me sucedió igual, pero es una maravillosa noticia ¿no lo crees?, vamos a ser padres Seiya, este bebé es el fruto de nuestro amor, también tengo miedo no te lo voy a negar, pero contigo a mi lado, sé que podremos salir adelante... ¿Qué piensas? – esto último lo dijo preocupada, había estado atenta a los gestos que hacía Seiya a cada palabra suya.

-Serena...

- ¿Dime?

-Es que no sé qué decirte...

-Entiendo que te haya sorprendido, pero creo que sin duda no es la reacción que esperaba...

-No me mal entiendas...

-No le des más rodeos –se separó de él. Sus ojos comenzaban a hacerse agua, presentía lo que seguía.

-Serena, yo te amo con toda mi alma, tarde me di cuenta, tú te enamoraste primero que yo, y yo en el fondo no quería aceptar lo que en verdad mi corazón sentía por ti... hemos pasado muchos años uno al lado del otro...

-¡Basta Seiya! Dime lo que me tengas que decir ya, sin rodeos por favor. – no pudo más contener las lágrimas, cada palabra que emitía su amor le estaba doliendo, sabía para donde iba tanto argumento.

-Espera, déjame terminar por favor. – la tomó de la mano y la llevo a sentarse en su cama. – te decía... llevamos muchos años de conocernos, fuiste mi mejor amiga mucho tiempo, aún lo eres. No sé cómo fue que todo esto comenzó, pero sin duda me enamoré de ti. No puedo explicar con palabras el amor que tengo dentro, es tan grande, que era capaz de salir corriendo de este lugar para ir a buscarte. Es tan grande que sería capaz de cruzar el mundo entero por ir a buscarte. Pero, sin duda alguna esto que me acabas de decir me ha dejado en shock, no me lo esperaba bombón, mira, toca mis manos, estoy sudando de los nervios... - le tomó las manos para que viera que era cierto lo que decía. – Te juro que jamás imaginé que viajaras de tan lejos para darme una noticia como esta, pero sabes mi amor, es la mejor de las mejores noticias que pude haber recibido en toda mi vida... - se levantó con ella tomado de las manos. – me has hecho el hombre más feliz del mundo mi bombón... no lo puedo creer... ¡vamos a ser papás! - gritó y la abrazó tan fuerte como pudo, no sabía cómo demostrarle lo feliz que estaba, así que se paró y la levantó en el aire dándole vueltas, en ese momento ya no importaba nada, ni sus padres, ni la escuela, ni siquiera que estaban en otro país...

La depositó lentamente sobre el piso y la besó apasionadamente. El beso duró por varios minutos, cuando se separaron para tomar aire, Serena comentó:

- ¿Enserio Seiya? ¿De verdad estas feliz? Por qué para mí también fue una sorpresa y al principio sentí que me moría, más por lo que pensé que había sucedido, sentí que el mundo se venía encima de mí, pero gracias a Haruka pude entender que es el mejor regalo que la vida me ha dado, tener un bebé tuyo y mío. - dijo mientras se limpiaba el resto de lágrimas que habían caído sobre sus mejillas.

- ¿Haruka? ¿Quién es Haruka? - dijo molesto.

- Haruka es el taxista que me recogió en el aeropuerto y que me trajo hasta aquí... cuando te vi con esa compañera tuya... – hizo una mueca. Seiya relajó el rostro. – bueno cuando pensé cosas que no eran, salí corriendo y él me alcanzó y justo en ese momento me desmayé, así que me llevó al doctor, y estuvo conmigo en todo momento. – Seiya volvió a tensar el rostro. - y cuando me sentí triste y en shock por la noticia, el me hizo entender que nuestro bebé es lo mejor del mundo, sobre todo por fue hecho con mucho amor.- se acercó a su pecho y juntó su oído al corazón de su amado, quería sentir su dulce palpitar. – así que no tienes nada de qué preocuparte, además él mismo me trajo aquí y me ayudó con la joven que está en la recepción, Michiru creo que se llama.

Amigos noDonde viven las historias. Descúbrelo ahora