Necesitamos ayuda...

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Las semanas transcurrieron rápido, afortunadamente los esfuerzos de Serena por salir pronto del hospital dieron resultado, a la semana de haber despertado le quitaron los tubos que tenía en el pulmón lacerado y las tomografías mostraban que el derrame ya había desaparecido. Los doctores estaban sorprendidos de que ninguna lesión hubiere quedado en ella y mucho más porque aquellas consecuencias secundarias que debían aparecer con motivo del derrame, no se habían presentado. Como era lógico, todos los días recibía terapia para recuperar la motricidad de su cuerpo. Al paso de quince días el doctor la dio de alta.

-Muy bien jovencita, afortunadamente todo ha salido muy bien, debo decir que nos tienes sorprendidos. - comentó el doctor mientras revisaba por última vez los estudios practicados. 

-Gracias Doctor.

-Debes de tener los cuidados adecuados, ya le hice saber al joven Seiya que debe de hacer y los medicamentos que debes seguir tomando, además te recomiendo que mientras estés en casa sigas recibiendo terapia física, verás que te sentirás aún mejor. Ya tienes agendada la cita con el ginecobstetra, para que revise la recuperación de tu matriz.

-Doctor ¿cree que pueda volver a ser madre otra vez? - preguntó con pena y pesar.

-Aún eres joven y la juventud ayuda en la recuperación. Además, trataron de no lastimar tu útero, así que no creo que haya problema, pero al final el que puede responder a eso es el especialista. Si te has recuperado de la matriz tan bien como de tus otras lesiones, creo que será posible, pero debes de cuidarte mucho y seguir nuestras indicaciones.

-Sí está bien. Muchas gracias doctor.

Mientras el doctor terminaba su revisión, entró Seiya en la habitación.

-Hola Bombón, ya tengo todo listo para irnos. – se acercó a ella y depositó un beso en su frente.

-Sólo firmo los papales del alta y se podrán ir.

-Muy bien. Muchas gracias Doctor por todo lo que hizo por Serena.

-No hay nada que agradecer. Hasta pronto y espero no verlos de nuevo por aquí. - se despidió y salió de la habitación. 

-Bien Bombón, tus papás nos están esperando afuera. – tomó su mano y la ayudó a sentarse en la cama. – Que afortunado soy. – dijo más para sí mismo.

- ¿Afortunado?

-Sí. – comentó apenado. - Porque casi volviste de la muerte y te has recuperado muy rápido. – se a cercó para acariciar su rostro. – Pensé que me moría, pero verte ahora así, hace que por fin pueda sentirme un poco mejor.

-Lo he hecho porque quiero estar a tu lado, te extraño, ya no soporto estar tan lejos de ti, quiero disfrutar la vida a tu lado. – posó su mano sobre la de él. – Sé que no quieres hablar del tema, pero ¿sabes que ha pasado con tu padre?

-Pues hasta ahora solo lo que ya te dije, la semana que viene está señalada la audiencia para comenzar el juicio en su contra... el agente del ministerio público me avisará la fecha en que tengamos que asistir.

-Seiya, sé que para ti todo esto es muy difícil, es tu padre al final de cuentas. – comentó mientras una enfermera entraba en la habitación, luego guardo silencio.

-Querida, es momento de que te vistas, el doctor ya dio el alta. En diez minutos viene un enfermero con una silla de ruedas para trasladarte. – señaló la enfermera y salió nuevamente.

-Gracias. – dijo al verla salir. – Bombón, ese hombre ya no es mi padre. – Su mirada al decir estas palabras se volvió fría.

-Seiya...

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